Unos lo llamarán presidente, otros le llamarán jefe de Estado. Leísmos no censurados en complemento directo de persona

Por , publicado el 31 de marzo de 2021

En el contexto de las elecciones presidenciales, han surgido diversas polémicas e inquietudes, incluso de carácter lingüístico: ¿Le llamarán presidente o lo llamarán jefe de Estado? Definitivamente, no son los términos presidente y jefe de Estado lo que está en discusión, pues ambos se refieren a una misma realidad, sino el uso indistinto de los pronombres le y lo como complemento directo de persona. Sobre este aspecto gramatical, se expondrá brevemente.

En nuestra lengua castellana, el complemento indirecto se sustituye por el pronombre le (les), tanto para hacer referencia al género masculino como al femenino (Entregó los libros al profesor: Le entregó los libros; Dedica gran parte de su tiempo a sus hijas: Les dedica gran parte de su tiempo), mientras que el complemento directo, por los pronombres lo (los) y la (las): Cuidan a su padre con mucho esmero: Lo cuidan con mucho esmero; La semana pasada vacunaron a las enfermeras: La semana pasada las vacunaron. No obstante, se ha extendido la posibilidad de emplear indistintamente los pronombres le (les) y lo (los), la (las) como complemento directo de persona.

En principio, se les atribuye a los verbos el propiciar el leísmo en todos los territorios de habla hispana, pues, dada su naturaleza, algunos verbos comparten funciones tanto con el complemento directo como con el indirecto de persona: Obedece a su madre (CD) y Obedece a su madre (CI) todo lo que dice; La policía desató a los rehenes (CD) y La policía desató las ligaduras a los rehenes (CI). De ahí que posibiliten la alternancia entre el pronombre le (les) y los pronombres lo (lo) y la (las): La obedece y Le obedece; Los desató y Les desató. En América, por ejemplo, la mayoría de hispanohablantes emplea el verbo creer con los pronombres le y les con mayor frecuencia que con lo y la (Nueva gramática de la lengua española, 2009: 16.9a): Al candidato no le creyeron; A los candidatos no les creyeron.

Por otro lado, admiten el empleo indistinto de los pronombres de objeto directo y los de objeto indirecto los verbos que denotan procesos que influyen en el ánimo y generan respuestas emotivas; es el caso de aburrir, afectar, cansar, impresionar, espantar, fascinar, preocupar, tolerar, entre otros: Les afecta / Los afecta; Le impresioné / Lo impresioné; La toleran / Le toleran. Cabe mencionar que se prefiere el pronombre le (les) cuando se manifiesta la idea de que la persona percibe la sensación o el influjo de una causa externa: A mis abuelos les afecta la altura; No le espantaban los truenos a la niña. Asimismo, existe la tendencia a optar por el pronombre le (les) cuando se construyen los enunciados con sujeto posverbal (Les afecta la altura; Le espantaban los truenos a la niña) y a preferir los pronombres la (las) y lo (los) con sujeto preverbal (La salud de su hijo lo preocupaba; Su próximo viaje la ilusionaba).

«Y los muchachos del barrio le llamaban loca», canta José Luis Perales. En el español actual, otro verbo que admite la alternancia de pronombres, cuando incluye un complemento predicativo, es el verbo llamar: Le llamarán jefe de Estado / Lo llamarán presidente; Le llaman mamá / La llaman mamá; Les llamaban hermanos / Los llamaban hermanos.

Además del leísmo de cortesía, se ha extendido ampliamente, tanto en la lengua oral como en la escrita, el leísmo en las oraciones impersonales: Se le veía practicar deporte por las mañanas; Se les convocó a todas las integrantes. Es preciso señalar que estas formas son comunes en el español mexicano, centroamericano, antillano, andino y europeo, pero en las áreas chilena y rioplatense, se prefieren las construcciones se lo (los) y se la (las), según haga referencia al hombre o a la mujer (NGLE, 2009: 16.9k): Se los atenderá a todos los alumnos; Se las escuchó a todas las jóvenes.

Finalmente, es importante señalar que, si bien el leísmo masculino singular se considera correcto (Le / lo asaltaron; Le / lo buscó; Le / lo conocía) —incluso en el español europeo este uso forma parte de la lengua culta—, el masculino plural (les) carece de prestigio y no se recomienda (*Les miró; *Les amó; *Les acompañó). Con respecto al leísmo de persona femenino, no se acepta en las construcciones formales con verbos que no se ciñen a las condiciones estudiadas líneas arriba (*Les visité ayer a mis amigas); tampoco es admisible en las expresiones que presentan complementos predicativos en femenino: *Le encontraron asustada; *Les vieron avergonzadas).

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