Noviembre, mes de los difuntos: coronas y velaciones
Por Nelly Trelles, publicado el 3 de noviembre de 2014
El mes de noviembre –especialmente el día 2– la Iglesia Católica invita a rezar más por los difuntos. Se multiplican los sufragios por las almas del Purgatorio con misas, rosarios y visitas al cementerio. A este mes también se le llama el mes de las velaciones.
El término difunto procede del latín deffunctus y significa ‘dicho de una persona que ha perdido la vida. Muerto’. Puede usarse como sustantivo o adjetivo. En el Diccionario de autoridades (1732) (primer diccionario de la RAE) aparece casi con la acepción actual, pero avalado con un ejemplo del uso: «…y los que viven no se deben desesperar de la vida perdurable, haciendo duelos ni llantos por los difuntos…».
De acuerdo con las variantes geográficas, los actos en recuerdo de los seres queridos fallecidos han tomado diferentes nombres creándose un campo semántico alrededor de este término. Por un lado, en el español general hay frases como día de los difuntos, misa de difuntos, conmemoración de los difuntos… Incluso también, en un lenguaje coloquial, a un borracho se le llama difunto de taberna; o se aplica como dicho popular a quien lleva una ropa más grande o más pequeña de lo que requiere su cuerpo diciéndole: El difunto era más grande o El difunto era más pequeño, en clara alusión a que la ropa tal vez era heredada de algún difunto.
Por otro, están los piuranismos: velaciones, ‘costumbre de asistir a los cementerios el 2 de noviembre, para colocar ofrendas florales y encender velas en las tumbas’, y coronar, ‘acto de colocar una corona de flores en la tumba de un familiar o amigo’ (Diccionario de piuranismos. Edmundo Arámbulo Palacios, 1995). Actualmente, para velar a los difuntos se utilizan también focos de luz eléctrica que, en vez de velas, se colocan en el nicho. Este mes de velaciones nos invita a que seamos generosos en los sufragios a nuestros difuntos.
Nelly Trelles Castro
Universidad de Piura
