¿Alumnos sin luz?

Por , publicado el 10 de enero de 2024

 En Chile se celebra cada 11 de mayo el Día del Alumno. Al parecer, en el año 2021 se generó un pequeño debate en las  redes sobre si la celebración debería llamarse mejor Día del estudiante, con la supuesta argumentación de que la palabra alumno significaba etimológicamente ‘sin luz’, con lo que debía evitarse.  

Los hechos demuestran que esta hipótesis que achaca el origen del término a un supuesto derivado latino a-lumen carece totalmente de sustento. En primer lugar, los romanos llamaban alumnus, en plural alumni, a los niños, como un término derivado del verbo alere, que significa ‘alimentar’, de donde procede también la palabra altum, que significaba originariamente ‘bien alimentado’. Etimológicamente, alumno hacía referencia a la persona que se alimenta. Por antonomasia, se aplicaba al niño pequeño y, por extensión, en sentido figurado, al que se alimenta con los conocimientos del maestro (en latín, magister).  

Ni grácil viene de gracia ni cesárea de César ni pasivo de paz… La atribución de falsas etimologías, sin duda, puede provocar cambios en los idiomas, creando eufemismos o alterando la fonética de los vocablos, y no sería extraño que se impusiera la preferencia por escolar y estudiante, que tienen etimologías más transparentes. 

Por otro lado, el latín contaba con dos palabras para referirse a la luz: lux y lumen. En cualquier caso, no significan lo mismo ni se emplean de la misma forma, ya que lux se aplica a la luz en sí misma, a la luz natural que dan el sol o el fuego, mientras que el sustantivo lumen se refiere, más bien, a la iluminación de algún espacio físico, es decir, al proceso o instrumento por el que se logra tener luz. Si los romanos hubieran querido decir que los estudiantes no tienen luz, les hubieran llamado de otra manera. Para los romanos, el saber nutre o alimenta (la universidad así es alma mater), y la figuración de que el saber ilumina es más bien una idea renacentista que hemos heredado los occidentales (que todavía creemos falsamente que los medievales vivieron una edad “oscura”). La metáfora se hará más notoria cuando los racionalistas se llamen a sí mismos “iluminados” o “ilustrados”. 

En la tradición cristiana, se reconoce que Jesucristo es lux mundi (‘la luz del mundo’), porque de Él procede la luz de la salvación que solamente Él da a sus seguidores: Vos estis lux mundi; mientras que, según la misma tradición, la Iglesia no puede ser en sí misma lux, sino que es lumen gentium, porque ilumina a las gentes gracias a la luz del amor que procede de Dios y que se refleja en los que lo siguen en santidad.  

Como suele ocurrir con demasiada frecuencia, el afán ideológico de buscar excusas pseudocientíficas y falsedades para cambiar los nombres de las cosas puede convertirse para muchos inadvertidos en una superchería más convincente que la verdad del origen mismo de las palabras.

2 comentarios

  • Marcela dice:

    Hola!
    Hace poco escuché que la palabra “adicción” significa ” que no habla”. Supongo, de acuerdo con mis escasos conocimientos de la lengua castellana, que es una falsa etimología. Podrán ustedes evacuar esta duda, si son tan amables.
    Muchas gracias.
    Marcela Marengo.

  • Alan Saavedra dice:

    Tan desepcionado de mí mismo jeje. Soy de aquellos de los que, en alguna capacitación docente, nos contaron esa etimología y, por tanto, una que otra vez la he citado. En el currículo Nacional del Perú se prefiere el uso de estudiante y no recuerdo que citen que fuera por esa etimología; si recuerdo haber oído o leído, no recuerdo si en espacios oficiales, que se prefiere el uso de ” estudiantes” porque implica acción, es decir, que le da protagonismo a su actitud frente al aprendiza. Gracias por “alimentarme”.

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