Una familia peculiar: calza, calzar, calzado, calceta, calcetín, media, calzón, calzoncillo y calzoneta

Por , publicado el 22 de abril de 2013

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Al leer este título es muy seguro que se haya preguntado qué tienen que ver las palabras “calcetín”, “calza”, “calzado”, “media” y “calceta” con “calzón”, “calzoncillo” y “calzoneta” si se refieren a realidades muy distintas. Aunque parezca impensable, todas son el resultado de una serie de cambios lingüísticos asociados con una misma palabra.

El término “calza” es de origen latino: ‘del latín vulgar calcea, y este del latín calceus, zapato’. Con esta etimología se relaciona con “calzar” (‘cubrir el pie con calzado’, ‘medir una talla de zapato’) y “calzado” (‘todo género de zapato que sirve para cubrir y resguardar el pie’). El Diccionario de la Real Academia Española (2001), además, define “calza” como ‘prenda de vestir que, según los tiempos, cubría, ciñéndolos, el muslo y la pierna, o bien, en forma holgada, solo el muslo o la mayor parte de él’ y lo asocia también con “calzones” y “medias”. Es esta acepción la que también nos servirá para explicar su parentesco con las palabras mencionadas al inicio.

En el español actual, el término “calza o calzas” –aunque no es usual en Perú, sí lo es en otros países como Argentina y España– designa lo que nosotros llamamos “pantalonetas” (cortas, a media pierna o hasta el tobillo de material elasticado). Por otra parte, resulta poco común el uso de “calceta”. Este término se creó como diminutivo de “calza” (con el sufijo -eta: calc + -eta, así como en avioneta, pantaloneta y calzoneta), y en su uso actual es sinónimo de “media” ‘prenda que cubre el pie y la pierna’.

La palabra “calcetín” es el diminutivo de “calceta”, formado con el sufijo -ín: calcet + -ín, como pequeñín y banderín. Su significado refiere a las medias cortas de punto, equivale a decir que son “calcetas cortas” porque cubren el pie y solo una pequeña parte de la pierna, siempre por debajo de la rodilla. Asociada con esta palabra está “medias”, que proviene de la expresión “medias calzas”, creada para llamar así a las “calzas” que no llegaban hasta la cintura. En el uso bastó el término “medias” para referirse a ellas, por lo que se eliminó el término “calzas”. Su autonomía léxica llegó a ser tan grande que hoy los hablantes comunes desconocemos su relación con “calzas” y ha dado lugar a otros términos como “medias pantis” o simplemente “pantis”.

Ahora bien, si las “calzas” se acortaron de las rodillas hacia arriba para dar paso a “medias” y “calcetines”, también se acortaron de las rodillas hacia abajo dando como resultado los “calzones”. Aunque en Perú nos referimos con esta palabra a la prenda de ropa interior femenina, en otros lugares hispanohablantes los “calzones” son también la ropa interior masculina equivalente a lo que nosotros denominamos “calzoncillos largos”. “Calzón” es el aumentativo de calza (con el sufijo -ón: calz + -ón) y es definido por la Academia como ‘prenda de vestir con dos perneras, que cubre el cuerpo desde la cintura hasta una altura variable de los muslos’. En oposición a los “calzones”, se ha creado el diminutivo “calzoncillo” (con el sufijo -illo: calzón + -c + -illo) para designar a los calzones pequeños, es decir, a los que cubren hasta el inicio de los muslos y para especializar en el uso la denominación de la prenda interior solo masculina. Asimismo, en el ámbito deportivo tenemos la palabra “calzoneta”, diminutivo de “calzón” (calzón + -eta) que los peruanos utilizamos para referirnos al short tipo calzoncillo o calzón que usan los deportistas para moverse con más comodidad.

Podría seguir explicando la extensión genealógica de la familia “calza”, pero debo concluir, así evito que este articulito no “calce” en el espacio asignado a esta columna.

Claudia Mezones Rueda

3 comentarios

  • Peter dice:

    ¡Gracias! Es un artículo informativo y interesante. Añade bien a mi conocimiento lingüístico.

  • Carlos Felipe Hernandez Villarreal dice:

    ¡Interesante y pertinente artículo, ciertamente! Considero que es menester el conocimiento de las etimologías para una mejor comprensión y más adecuado uso de los vocablos que cotidianamente utilizamos.
    Giro-
    Me permito hacer una observación respecto a la semántica para el vocablo “pierna”, cuya definición conlleva de manera implícita sus límites, esto es, su extremo superior (“cefálico”, en el léxico médico), se ubica inmediatamente por debajo de la articulación de la rodilla, de la cuál forma parte; su extremo inferior o “podálico” lo limita su unión con la articulación del tobillo. La observación obedece o se justifica por la superflua frase “siempre por debajo de la rodilla”, en la descripción de calcetín y medias cortas, cuando alude a la pierna.
    En caso de que considerasen extremadamente riguroso mi argumento, lo dejaría en una excesiva e innecesaria figura retórica.

    Así creo. Ω

  • Joanna dice:

    Hola.
    Soy estudiante de lingüística y estoy por hacer un trabajo sobre el cambio lingüístico, precisamente sobre estas palabras. Agradecería cualquier bibliografía o fuente sobre este artículo
    Gracias.

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