«Se nos clasificaron los muchachos» El carácter del dativo: tan enfático como afectivo y posesivo

Por , publicado el 8 de julio de 2019

Algunas construcciones como la que encabeza el presente artículo nos pueden parecer extrañas e, incluso, incorrectas. Expresiones como No se me asuste con el temblor o Se nos molesta cada vez que le llamamos la atención nos llevan a cuestionarnos sobre el uso del pronombre dativo.

A los pronombres átonos (me, te, se, nos, os), que pueden eliminarse de la oración sin que esta se altere gramaticalmente o cambie su sentido, se les conoce como dativos y, por ende, funcionan como complementos indirectos no argumentales; es decir, no son exigidos por el significado del verbo.

Mi carro me falla = Mi carro falla

Se ganaron un premio = Ganaron un premio

Hoy nos tomaremos un vino = Hoy tomaremos un vino

Mario se toma su café bien caliente = Mario toma su café bien caliente

En la mayoría de los casos, y tal como podemos apreciar en los ejemplos anteriores, el uso del dativo imprime énfasis en la expresión; desde luego, hay mayor expresividad en Se comió todo lo que preparé que en Comió todo lo que preparé. Gómez Torrego (Hablar y escribir correctamente, 2006: 328) señala que la presencia del dativo genera un énfasis particular en el agente de la acción; es por eso que su uso es obligado en acciones poco comunes o sorpresivas: Me leí todos los libros (frente a Leí todos los libros); Se ganó la Tinka (en lugar de Ganó la Tinka); Se nos casa (frente a Se casa).

Asimismo, los pronombres dativos átonos también aluden al sujeto que se ve influenciado indirectamente por la acción del verbo: No me quiere tomar la medicina; Se nos gasta todo el dinero. Este dativo, que suele denominarse dativo ético, presenta un alto contenido afectivo, pues el hablante del acto comunicativo, al sentirse afectado positiva o negativamente, participa de la acción realizada por el sujeto.  En ese sentido, son perfectamente correctas las siguientes oraciones:

No se me asuste con el temblor = No se asuste con el temblor

El avión se nos fue = El avión se fue

Me lo riñen siempre = Lo riñen siempre

Mi hija me saca notas estupendas = Mi hija saca notas estupendas

Se nos clasificaron los muchachos = Se clasificaron los muchachos

Se nos molesta cada vez que le llamamos la atención = Se molesta cada vez que le llamamos la atención

Se nos come todo lo que encuentra en el refrigerador = Se come todo lo que encuentra en el refrigerador

Cabe señalar que el dativo ético se usa con más frecuencia en el español americano que en el europeo, pero, en ambos casos, se manifiesta en la lengua oral (Nueva gramática de la lengua española. Manual, 2010: 35.4.2a).

Finalmente, los pronombres átonos presentan también «un valor semántico de posesión», según Gómez Torrego (Gramática didáctica del español, 2011: 106). Con frecuencia, nuestra lengua señala el poseedor mediante el dativo en concurrencia con frases nominales que expresan el elemento poseído y que se construyen con determinantes, como en Se te apaga el celular muy seguido; Me dejé las llaves en casa; Manuel se olvidó el pasaje, Se me dobló el pie, en lugar de Se apaga tu celular muy seguido; Dejé mis llaves en la casa; Manuel olvidó su pasaje; Se dobló mi pie. A este último tipo de dativos se le conoce como dativo simpatético, y se interpreta como un complemento indirecto de posesión, tal como lo hemos podido apreciar. Dentro de esta clasificación, son también correctas las expresiones:

Se me ha descosido el pantalón = Se ha descosido mi pantalón

Te has dejado crecer el cabello = Has dejado crecer tu cabello

 Cynthia Briceño Valiente

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