Puntos suspensivos

Por , publicado el 17 de marzo de 2012

Los llamados puntos suspensivos son tres y nada más que tres (…). Reciben precisamente este nombre porque entre sus principales usos está el de dejar en suspenso el discurso: Me gustaría… Pensándolo bien, mejor no lo hago. Según se recoge en la normativa académica, se escriben siempre pegados a la palabra que los precede, y separados por un espacio de la palabra que los sigue. Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente deberá escribirse con mayúscula inicial (No sé si llamarlo o no llamarlo… No sé qué hacer); pero si no lo cierran y continúa, la palabra que sigue deberá aparecer con minúscula: Pénsandolo bien…: mejor no lo llamo.

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