Los profes y los peques regresaron al cole

Por , publicado el 16 de marzo de 2015

cole

Un buen número de colegios, universidades y demás instituciones educativas del país abrieron sus puertas para recibir a los estudiantes, y dar así inicio a un nuevo año académico.

Es muy probable, estimado lector, que previo al inicio de clases, haya escuchado en las conversaciones de los padres, niños y jóvenes expresiones como ¡De nuevo al cole!, ¿Qué profes me enseñarán este año?, Esta vez iré al cole en mi bici, Los peques tendrán que acostarse más temprano, entre otras. Pero, ¿qué tienen en común y en particular estos enunciados al igual que el título del presente artículo?

Si observamos cuidadosamente, encontraremos en las frases mencionadas términos como profes, peques, cole y bici, cuyas formas plenas(profesores, pequeños, colegio y bicicleta)han sido acortadas. Y es que una de las posibilidades que nos ofrece el sistema de la lengua castellana para abreviar palabras –además de la abreviatura, siglación y acronimia– es el acortamiento.

El acortamiento consiste en eliminar las sílabas finales de una palabra para crear otra nueva; a este tipo de acortamiento se le conoce como apócope: moto por motocicleta, foto por fotografía, cumple por cumpleaños, corto por cortometraje, endocrino por endocrinólogo, etc. También existen, aunque en menor número, casos de acortamiento por supresión de sílabas iniciales; a esta otra forma de acortamiento se le conoce como aféresis: bus por autobús, chelo por violonchelo, bot por robot, etc. Estos dos procedimientos son frecuentes, asimismo, en la formación de hipocorísticos, es decir, en la abreviación de nombres propios: Caro por Carola, Fede por Federico, Tino por Celestino, Milo por Camilo, etc. Como se puede apreciar en los ejemplos anteriores, el acortamiento, conocido también como truncamiento, es un proceso de abreviación que consiste en eliminar un fragmento de la palabra originaria sin que cambie su significado ni su categoría gramatical.

Para la formación del plural, los acortamientos siguen las reglas que se aplican a otros sustantivos, ya sea añadiendo –s o –es: peques, buses, depres, discos, etc.; o usando el artículo determinado: híper de hipermercado (los híper) y súper de supermercado (los súper). Los adjetivos que proceden de acortamientos oscilan entre la invariabilidad y la formación del plural: tecno (de tecnológico) suele permanecer invariable (canciones tecno), mientras que depre (de depresivo) presenta variación (estados depres). Un caso particular ocurre con la forma extra (acortamiento de extraordinario), que no se pluraliza en función adjetiva cuando significa ‘superior’(dimensiones extra), pero admite las dos posibilidades cuando equivale a ‘adicional’(actividades extra / horas extras). En cuanto al género, la mayoría de los acortamientos mantiene el de la palabra completa: la foto por la fotografía, el metro por el metropolitano.

Es preciso recordar que los acortamientos nacen en la lengua oral y luego pasan al plano escrito; por esta razón, se consideran voces a menudo limitadas a los registros coloquiales, así como lo sostiene la Nueva gramática de la lengua española (2009). Sin embargo, los acortamientos que han suplantado casi absolutamente a las formas plenas como bici por bicicleta, u otorrino por otorrinolaringólogo, no se consideran voces de registro informal, tal como lo sostiene María Victoria Romero Gualda en su texto Léxico del español como segunda lengua: aprendizaje y enseñanza (2008). Por lo tanto, en la producción de un texto escrito, se sugiere emplear los acortamientos que estén registrados lexicográficamente.

Asimismo, las formas acortadas, con el tiempo, se convierten en las más usadas; esto significa que las formas plenas o bien caen en desuso o adquieren nuevos significados, como es el caso de taxi (acortamiento de taxímetro) que ha pasado a designar el vehículo, mientras que taxímetro –la palabra plena– hace referencia al instrumento que calcula el costo del trayecto.

Es necesario reconocer que el acortamiento es un proceso que ha cobrado fuerza  en la lengua oral actual, sobre todo entre los hablantes más jóvenes; expresiones informales como peli por película, poli por policía, o mate por matemáticas, son propias de la variable generacional o del registro «juvenil» de la lengua. De esta manera, se van creando neologismos que enriquecen el caudal léxico del castellano. Estas creaciones se producen constantemente. Unas se desarrollan hasta el punto de desplazar a la palabra originaria, y otras mueren en el intento. Y mientras aprendemos a discriminar los acortamientos informales de los que forman parte del registro estándar, con el fin de hacer uso pertinente y apropiado de estas voces, nos encontraremos con padres que ya empezaron a hacer votos para que sus hijos, que acaban de ingresar a la universidad, estudien y no desaprueben los cursos de Mate, Filo o Conta.

Cynthia Briceño Valiente
Universidad de Piura

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