Los cambios que produce el tiempo

Por , publicado el 8 de junio de 2015

impropiedad

Hace algunos días, mientras esperaba un taxi, escuché de manera casual una conversación entre dos jovencitas que estaban poniéndose de acuerdo para asistir al cine. Una de ellas comentaba que iría a recogerla a eso de las 8:00, a lo que la otra contestó que mejor a las 9:00, porque salía de clases a las 7:00 y necesitaba tiempo para ir a su casa a producirse. La utilización de este término me causó extrañeza, pero pude inferir que la chica había querido decir que necesitaba tiempo para arreglarse, vestirse, acicalarse, embellecerse, etc.  Ante este hecho, vinieron a mi cabeza varios términos para expresar la idea de ponerse bonita, que no estaban, precisamente, asociados con producir.

En mi reflexión sobre el asunto, pensé en una de las características del lenguaje: la creatividad asociada con la mutabilidad del signo lingüístico. Es normal que las palabras cambien, ¿pero tanto como para ocasionar impropiedades en el uso del vocabulario? Muchos de nosotros, especialmente los jóvenes, queriendo o no, caemos en esta incorrección conocida como impropiedad léxica.

La impropiedad léxica es un error de uso lingüístico que consiste en utilizar palabras con significados o matices que no les corresponden.

No hay una única respuesta para explicar las causas de su origen. Podría deberse al desconocimiento del significado exacto del término: La conversación osciló en torno a la política (entiéndase osciló como giró, significado que, obviamente, no tiene); a la similitud formal o fónica de las palabras; es decir que se escriben o escuchan igual o semejante: Es una persona llena de perjuicios (en lugar de prejuicios); a la actitud de utilizar vocablos grandilocuentes o llamativos para “enaltecer” innecesariamente el mensaje, quizás con el fin de aparentar un dominio culto del idioma: Estoy cansado, menos mal que son los minutos póstumos de la clase (o sea, finales) y, entre otras razones, a la influencia de los medios de comunicación: Alianza Lima y Universitario se enfrentaron en un cruento partido (cruento mal entendido como reñido).

Ahora bien, como nuestra lengua no se caracteriza por ser estática, sino que evoluciona con el tiempo, algunas de estas impropiedades pueden arraigar en el uso y terminar siendo aceptadas por la normativa estándar. Un ejemplo es el caso del término agresivo. En el Diccionario de la lengua española (2001) aparecía con tres significados: ‘Dicho de una persona o animal: que tiende a la violencia’; ‘Propenso a faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás’; ‘Que implica provocación o ataque’; pero en la edición del 2014, aparece una cuarta acepción, ‘Dicho de un producto o de un tratamiento: Que causa lesiones o perjuicios inherentes al beneficio que procura’; por lo tanto, una expresión como Muchos productos de limpieza contienen compuestos agresivos para el medio ambiente, que hasta hace poco se consideraba un error de impropiedad léxica, es ahora una expresión totalmente válida.

No obstante, y siguiendo con el término agresivo, no se ha incluido aún en los diccionarios académicos esta palabra con el significado de  ‘persona que actúa con decisión o dinamismo’, que sí aparece registrado en el Diccionario de uso del español actual (CLAVE) del 2006. Así, el enunciado Necesitamos vendedores agresivos (o sea dinámicos) es una impropiedad léxica al igual que sucede con Estás demasiado producida (arreglada). Claro que, de las dos expresiones, la primera no nos suena tan extraña como la última.

Lady Noelia Olivares Mauricio
Universidad de Piura

7 comentarios

  • Marina dice:

    Tenía un amigo que siempre decía que tal chica era mona pero que estaba demasiado producida. A mi me gustó aquella expresión y de vez en cuando la uso. Pero no solo la uso para las personas también para las cosas si están muy manipuladas o retocadas.

    Un saludo,
    Marina

  • Gabriel Andrade Haro dice:

    Lady Noelia:

    Me gustó su artículo; vivo en Zacatecas, México, un estado del centro norte, y esa palabra “producirse” también se utiliza con el significado que usted refiere y quedé sorprendido por la forma tan rápida con la que actualmente se dan los cambios en nuestro idioma y son compartidos por las generaciones actuales.

    Saludos.

    Atte.

    Gabriel Andrade Haro

  • M. Gutierrez dice:

    Saludos. Lo que más me llamó la atención del escrito fue la primera línea, donde aparece la frase: “escuché de manera causal”. Puede que se trate de un simple error tipográfico. Quizás se pretendió escribir “casual”, pero se intercambiaron la “s” y la “u” y salió “causal”. Esto abre todo un abanico de inquietantes posibilidades, ¿o no?

  • Francia Isabek dice:

    Entiendo la aplicación del término “producir” como cuando se hacen cirugías estéticas, se recargan de maquillaje y prendas de vestir entre otros aspectos.

  • Francia Isabel dice:

    Entiendo la aplicación del término “producir” como cuando se hacen cirugías estéticas, se recargan de maquillaje y prendas de vestir entre otros aspectos.

  • Aceleste dice:

    “Producida”: tal vez demasiado elaborada, o “producto” de los estilistas de belleza, o simplemente llena de productos de belleza, de algún lado nació tal acepción…

  • Carlos Saavedra dice:

    Me pregunto si la palabra bizarro, en el sentido que se está usando (Rafo León, Rosa Maria Palacios, entre otros notables de la comunicación mediática) como sinónimo de extraño, raro, es una impropiedad léxica.

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