Las máximas personas posibles

Por , publicado el 7 de noviembre de 2016

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En un evento organizado para ayudar a niños con cáncer en España se convocaba por internet esperando que acudiesen las máximas personas posibles y eso se refería a que les animaba a invitar a “vuestros nenes o vuestros amigos o familiares”. La intención está más que clara, pero el uso de los adjetivos es un poco sorprendente, porque es nuevo ese contenido de “mayor número” que se le está empezando a asignar por antonomasia al superlativo máximo, convirtiéndose así en un indefinido más, un pronombre de significado cuantitativo. Todavía no está reconocido este nuevo contenido en la norma académica, pero cada vez se extiende más su uso.

Lo podemos ver en otros ejemplos de internet. El lenguaje deportivo, que es más flexible e innovador, ofrece otros muchos ejemplos y un reportero destacaba que una atleta española “compitió contra los máximos hombres posibles” quedando la séptima de la competición. En Valencia se reclamaba que “el cuerpo técnico dispusiera cuanto antes de los máximos hombres posibles para preparar la exigente campaña”, luego de las vacaciones veraniegas.

En un blog escolar se explica que don Juan Tenorio “tiene como único objetivo conquistar a las máximas mujeres posibles”. Otro da instrucciones sobre un conocido videojuego: “para conseguir la puntuación necesaria, debemos realizar las máximas muertes posibles”. En el Perú también se emplea igualmente y en defensa de los acontecimientos desatados en la guerra del Pacífico un comentarista señala que los gobernantes “tratan de salvar los máximos hombres posibles”.

Como todo adjetivo, posible debe concordar con el término al que hace referencia. Es uno de los muchos adjetivos derivados de verbos que no expresan cualidades sino, acciones logros o estados: accesible, renovable, aceptable, comprensible… Todos admiten su conversión en una frase relativa en la que reaparece la forma verbal: que se puede comprender, que se puede renovar. En el caso de posible, como el sufijo mismo expresa posibilidad no es viable reiterar el verbo: que se puede [poder].

Algunos han adquirido un valor puramente cualitativo: un hombre sensible no es aquel que se puede sentir, sino el que sabe sentir y se caracteriza por ello. Estos otros admiten más fácilmente la comparación: más sensible, más razonable… Pero todos adoptan sin problemas las formas superlativas: muy sensible, muy accesible, muy posible.

Por ese motivo, se puede decir también lo más posible, igual que lo más comprensible, pero el adjetivo se nominaliza y su forma queda inmovilizada en el singular, como si fuera un concepto abstracto, que se puede sustantivar: lo posible. Es diferente a las expresiones que aluden a cosas o realidades sobreentendidas: los más posibles, las más posibles en que se quiere decir que “de todos los náufragos [trataron de salvar a] los más posibles”. La concordancia del adjetivo está marcada por el término de referencia que puede sobreentenderse pero que se manifiesta (en su singularidad o pluralidad) por medio del artículo. Salvo en el caso de que se haya producido una nominalización para expresar lo posible como un concepto inmaterial. Es lo que distingue enunciados como:

  1. Hay que hacer los nudos lo más fuertes posible.
  2. Hay que hacer los nudos más fuertes posibles.

Sería un error tanto decir en (1) lo más fuertes posibles como decir en (2) los más fuertes posible. Pero en el habla cotidiana es fácil que nos podamos confundir. Para comprobarlo nos debemos guiar de la transformación en una frase verbal:

  1. Hay que hacer los nudos lo más fuertes que se pueda.
  2. Hay que hacer los nudos más fuertes que se puedan.

Pero aquí el problema es que estas construcciones que emplean el pronombre reflejo ante el verbo fácilmente se inmovilizan en el singular con lo que podemos sentirnos inseguros en la transformación relativa. En fin, que los adjetivos concuerdan con el nombre al que hacen referencia: ese es el principio básico de la gramática castellana o española. Y por ello mismo debe decirse en singular lo más posible o lo máximo posible, y en plural los más posibles y las más posibles. Y también, las máximas personas posibles.

Carlos Arrizabalaga

Foto: Rhett Maxwell (CC BY 2.0)

Un comentario

  • Juan Pérez Nomás dice:

    Las máximas o mínimas explicaciones posibles

    Titular de hoy en Perú21:
    Madre de 5 niños fue hallada muerta tras permanecer dos meses en la morgue de Lima [Video]
    Martes 08 de noviembre del 2016 | 08:26

    ¿Qué?’ ¿Trabajaba, se albergaba o se escondía en la morque y ahí murió?

    Igual de corto, ¿cómo se pudo haber redactado ese titular de modo que no deje duda alguna?

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