Las contracciones de la lengua

Por , publicado el 31 de diciembre de 2018

¿Es verdad que la lengua tiene contracciones? Sí, en la gramática de una lengua, el término contracción, amalgama o conglomerado alude a un fenómeno morfofonológico que consiste en unir dos palabras en una sola, por ejemplo al (a el), del (de el), pal o pa’l (para el), esotro (ese otro), porfa y porfis (por favor); pol o po’l (por el), finde (fin de semana), p’alante (para adelante), etc. En la ortografía española actual solo se registran como obligatorias las dos primeras; las demás pertecen a variantes populares de la lengua hablada, que aparecen en el ámbito escrito cuando el autor quiere reflejar estos usos orales.

Las contracciones al y del se forman, respectivamente, por la unión de dos categorías gramaticales diferentes: las preposiciones a y de más el artículo determinado el. En del (< de + el) los fonemas implicados en el proceso son del mismo timbre (/e.e/ > /e/), mientras que la contracción al (< a + el) supone la fusión de vocales de timbre distinto (/a.e/ > /e/) (Nueva gramática de la lengua española, 1039, 14.3b). En el español, cuando las preposiciones a o de concurren con el artículo determinado masculino singular el, es obligatorio y sistemático realizar la contracción correspondiente. Sin embargo, existen algunas excepciones que detallaremos a continuación.

No se realiza la contracción cuando el artículo forma parte del nombre propio; así, debe escribirse Hace pocos meses fui a El Escorial y no *Hace pocos meses fui al Escorial; Guardo los mejores recuerdos de mi viaje a El Cairo y no *Guardo los mejores recuerdos de mi viaje al Cairo; Hoy no he recibido el suplemento dominical de El Comercio y no *Hoy no he recibido el suplemento dominical del Comercio. En estos casos, la contracción está permitida a efectos de pronunciación pero no de escritura. En algunas denominaciones de montañas, mares, cordilleras, ríos, etc., el artículo no forma parte del nombre propio; por tanto, la contracción es obligatoria: El canto del Amazonas, Visita al Perú, Comité oficial del Río de la Plata, Viaje al Nilo, etc.

Tampoco se realiza la contracción si el artículo forma parte del título de una obra: Una lectura atenta de El caminante devela problemas sociales de nuestros días; sin embargo, si el nombre ha sido modificado y no se corresponde con el original sí es necesario realizar la amalgama, así, escribiremos Las líneas del Quijote esconderán siempre tesoros invaluables, porque el título original no es El Quijote sino El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha; para este segundo caso: Las líneas de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha esconderán siempre tesoros invaluables.

Si algún signo de puntuación se interpone entre la preposición y el artículo, ya no se produce la contracción, ya que los componentes de esta tienen que aparecer contiguos: Siempre estaba hablando de «el hombre de sus sueños», de un príncipe azul y de otros seres que solo existían en su mundo, en este caso las comillas separan la preposición del artículo.

Para terminar, quisiéramos remarcar que, aunque no se consideran incorrectas en la escritura, es preferible no abusar de la coincidencia de dos contracciones iguales: Ni pienses que aceptaré la invitación del del evento. Para evitar esta repetición podemos mantener el sustantivo al que hace referencia el artículo determinado: Ni pienses que aceptaré la invitación del hombre del evento.

Bertha Guzmán Velasco

9 comentarios

  • Juan Pérez Nomás dice:

    Una cosa es el idioma escrito, con sus reglas, irregularidades y excepciones y otra cosa es el idioma oral, con las mismas o parecidas reglas, …, a lo que se agrega la huachafería, snob, apuro y ganas de hacerse notar y llamar la atención.

    La verdad, no me cuadra eso de que “finde” se presente como una contracción gramatical, con miras a bendecirla. No deja de ser una realidad oír “…en la reu del finde en el depa de mi cumpa…” El lenguaje de las redes sociales está creando una serie de estos casos

    Nadie negará (salvo los doctos de la RAE) que en el cotidiano lenguaje oral, junto con las reconocidas y aceptadas contracciones AL y DEl, todos usamos PAL, de para/el, con los mismos atributos que se explican en el segundo párrafo de la nota, No entiendo porqué no se la reconoce.

    Con el criterio que se da a finde, “auto”, por automóvil, entre otros también sería una contracción
    gramatical.

  • Anónimo dice:

    …en la reu del finde en el depa de mi cumpa, onde fue la fiesta de prom…”

  • Anónimo dice:

    Los acortamientos verbales, como reu, prom, depa, ¿son contracciones gramaticales?

  • Karlos dice:

    Juan Pérez dice que debería reconocerse el PAL porque todos los usamos…

    tons porjemplo debia reconocerse toas las palabras que pongo aquí porq’ así pues hacemos en mi jato, en mi mancha también, y solo en la U somos como ventimil weones, o sea un huevo de gente que lo usamos ¿manyas?

    — por si acaso, si alguno no entendió, es sarcasmo —

  • Gustavo Alvizuri dice:

    Pero sí puede escribirse “Ni pienses que aceptaré la invitación de el del evento”.

  • Angélica Aranda dice:

    Sitio excelente. Disfruto cada entrada. Felicidades

  • Kember dice:

    Sería estupendo poder escribir oficialmente contracciones y sus derivados necesarios que hacemos al hablar tales como: d’este/a (de este/a), qu’es/estás/están, dónd’está (dónde está), entre otros. ?

  • Moisés Roberto Girón Castro dice:

    Sobre la contracción “al” tengo una duda, Si digo: “Este estado de ánimo conduce al rencor y la malicia”, el segundo elemento coordinado debe ir o no introducido por “a”, y decir: “Este estado de ánimo conduce al rencor y a la malicia”.
    Gracias por sus comentarios.

  • Leopoldo Flores dice:

    Solo quiero que me ayuden a entender la diferencia entre:
    Saludos a todos y saludos para todos

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