Censo

Por , publicado el 20 de octubre de 2017

A propósito del XII Censo Nacional de Vivienda y Población, que se aplicará en Perú este domingo 22 de octubre, un poco de historia sobre el cambio semántico que ha sufrido la palabra censo.

De origen latino, census se aplicaba en dos sentidos: a la institución romana y al instrumento que empleaban para tal fin. Así, según informa Covarrubias (1611), en la Roma antigua censo designaba ‘la renta, tributo, o entrada, que cada uno tenía, según el valor de su hacienda, de modo que censo significaba la hacienda, y también la renta que por ella le daban’. Los encargados de hacer cumplir esta disposición, es decir, de llevar a cabo la censura (primero cada cuatro años y luego cada cinco), eran los censores, magistrados romanos que debían llevar un control sobre los incrementos o pérdidas de los censatarios, cuya buena o mala administración de sus bienes repercutía en su escala social en la República. Los censores, como responsables de la moral pública, podían también aplicar castigos ejemplarizantes a quienes no cumplieran con su obligación o atentaran contra las buenas costumbres. De esta labor de los censores romanos deriva el significado actual de censura.

Asimismo, los censores, para un mejor ejercicio de sus funciones, elaboraban el censo, es decir, una lista o padrón o de las personas y sus bienes que iban registrando en cada ciudad; por tanto, se trataba de un documento con valor oficial. El censo se aplicaba solo al que tenía condición de ciudadano romano (esto es, varón adulto), quien debía registrar su nombre, edad, propiedades y la familia que tenía a su cargo (mujeres y niños).

De este último uso, como vemos, proviene el significado actual de censo que con la acepción ‘padrón o lista de la población y riqueza de una nación o pueblo’, se registra en el diccionario académico desde 1817.

 

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