¡Vamos a sangrar el párrafo!

Por , publicado el 4 de marzo de 2019

Tranquilos, estimados lectores, que no pretendemos que nuestro párrafo se desangre, sino que utilizamos el verbo sangrar en su quinta acepción: ‘empezar un renglón más adentro que los otros de la plana, como se hace con el primero de cada párrafo’ (Diccionario de la lengua española, 2014).

La tipografía, que nació con la aparición de la imprenta, es el arte de combinar caracteres para crear textos impresos. Se encarga tanto del tipo de letra como del tamaño, color, etc.; asimismo, tiene en cuenta los espacios entre las letras, las palabras, los interlineados o las sangrías. En este artículo nos encargaremos de esta última y cómo ha cambiado a través del tiempo.

Recoge la Ortografía de la lengua española (439, 4.8) que antes del siglo XV aún no se había establecido la costumbre de comenzar cada párrafo en una nueva línea ni se marcaba su inicio con un espacio en blanco; para separarlos se usaba el calderón (¶) —ese signo formado por dos barras verticales paralelas, en cuya parte superior izquierda se sitúa un semicírculo—. Así, el calderón aparecía mostrando el final de un párrafo y el inicio del siguiente. Sin embargo, como este signo se marcaba con otro color, a menudo se dejaba un lugar en blanco para escribirlo a mano. Es este mismo espacio el que dio origen a la sangría con la que se inician los párrafos de estilo tradicional.

Los textos, sobre todo impresos, se valen de diferentes recursos para marcar el final de un párrafo y el inicio del siguiente; además del punto y aparte, uno de los más comunes es la sangría, ese espacio entre el párrafo y el margen izquierdo o derecho del texto. Su longitud suele ser variable; por ejemplo, para marcarla, la Asociación Americana de Psicología (APA) recomienda dejar cinco espacios en la primera línea de cada párrafo. Por otro lado, una manera sencilla de sangrar la primera línea del párrafo es usando la tecla tabuladora más conocida como tab (); pero si queremos sangrar todo el párrafo podemos usar los íconos de la barra de herramientas aumentar o disminuir sangría .

Existen varios tipos de sangría. Entre ellos destaca la sangría ordinaria, tradicional o española que sangra solo la primera línea del párrafo y las demás no. Veamos un ejemplo:

    Este es un ejemplo de párrafo con sangría ordinaria, tradicional o española donde se marca con sangrado la primera línea y las demás no. Este es un ejemplo de párrafo con sangría ordinaria, tradicional o española donde se marca con sangrado la primera línea y las demás no.

Al contrario de la sangría tradicional, la sangría francesa o negativa sangra todas las líneas del párrafo con excepción de la primera, así:

Este es un ejemplo de párrafo con sangría francesa o negativa donde se marcan

con sangrado todas las líneas del párrafo menos la primera línea. Este es un ejemplo de párrafo con sangría francesa o negativa donde se marcan con sangrado todas las líneas del párrafo menos la primera línea.

Actualmente, la sangría ha sido reemplazada por una línea en blanco que se deja después de cada párrafo. Tal es el caso de este texto, cuya división entre párrafos se marca con una línea en blanco y no con sangría. Como bien lo señala la Ortografía de la lengua española (294, 3.4.1.1), «resulta redundante y, por tanto, desaconsejable el uso simultáneo de sangrías y líneas en blanco para delimitar los párrafos».

Finalmente, tal como nos lo recuerda la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), diremos que el uso de la sangría o de una línea en blanco entre los párrafos obedece más al estilo editorial decidido en cada publicación, y del que depende debido a la organización general de la maqueta de la página, que a una norma.

Bertha Guzmán Velasco

6 comentarios

  • Anónimo dice:

    Total, a quién hacerle caso: a la APA, con los cinco espacios al comienzo de cada párrafo, o a la Fundéu, sin espacios.

  • Jacinto Gonzalez dice:

    Si nos ubicamos en tres casos:
    Uno, el que por primera vez se entera de esto del sangrado.
    Dos, el que sabía del sangrado por la máquina de escribir (tab)
    Tres, el que maneja el Word con propiedad.

    ¿Quién ha aprendido algo y sacado provecho del artículo?

    Debe haber más casos para analizar.

  • Carlos dice:

    Los estilos APA, HARVARD, MLA, VANCOUVER, ISO 690, etc., son eso, estilos de citas, de referencias o de presentación de documentos, el texto presentado dice claramente: “la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), diremos que el uso de la sangría o de una línea en blanco entre los párrafos obedece más al estilo editorial decidido en cada publicación, y del que depende debido a la organización general de la maqueta de la página, que a una norma.”

    Creo que sería recomendable a más de uno releer el texto, y comprenderlo con calma.

  • Anónimo dice:

    Carlos, dices que “Creo que sería recomendable a más de uno releer el texto, y comprenderlo con calma.”, ¿no hubiese sido mejor que ese texto hubiera sido más corto y concreto?.

  • TIN dice:

    Bueno, pero ¿y por qué se llama “sangría”? No encuentro ninguna explicación etimológica.

  • drancoe dice:

    Faltaría indicar que también es casi norma que cuando en un texto se utiliza la sangría española, el primer párrafo bajo los epígrafes no la llevará, ya que este párrafo se distingue claramente del encabezado que le precede.

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