Un clavo saca otro clavo: un análisis lingüístico de las locuciones verbales

Por , publicado el 19 de noviembre de 2025

Examinar lingüísticamente una palabra nos permite comprender cómo esta puede ampliar su significado y tener distintas funciones en el contexto oracional. Así, en clavo, clavar, desclavar, clavetear o clavado todas las palabras comparten el lexema /clav-/, portador del significado básico ligado a la dureza y fijación. No obstante, la adición de morfemas da origen a palabras de diversas categorías gramaticales y sentidos: sustantivo (clavo), adjetivo (clavado) o verbo (clavar). Esta variedad semántica y morfológica refleja la capacidad del lexema parar generar nuevas palabras e, incluso, expresiones figuradas.  

Para comprender cómo funciona este proceso en el plano fraseológico conviene aclarar la definición de locución: «secuencia fija de palabras con sentido unitario cuyo significado no puede deducirse del significado de cada una de las palabras por separado» (Robles-Sáez, A.  [2011] 3000 locuciones verbales y combinaciones frecuentes, p. 5). Estas palabras son convencionales e insustituibles por sinónimos, lo que subraya su carácter fijo. Por ejemplo, el significado de dar en el clavo no es golpear un clavo para introducirlo en una superficie, sino acertar en lo que se hace o dice. El sentido global de esta expresión no puede deducirse de la suma de los significados de cada una de las palabras que la componen.  

El español cuenta con numerosas locuciones verbales formadas con la palabra clavoagarrarse de un clavo ardiendodar en el clavono pegar ni clavono importar un clavo, no tener un clavosacar un clavo con otro clavo, sacarse el clavo, etc. A continuación, las analizaremos siguiendo la propuesta de Ruiz, en Las locuciones en español actual (2001), quien estructura su estudio en seis planos: formal, morfológico, semántico, sintáctico, pragmático y lexicográfico.  

En el plano formal, las constituyen sintagmas fijos y su estructura es la de un sintagma verbal compuesto por un núcleo verbal y complementos. En Dar en el clavo, por ejemplo, el verbo dar se combina con el complemento preposicional en el clavo para formar una unidad de sentido completo. 

En el plano morfológico destacan algunos recursos asociados al ritmo. Por ejemplo, en dar una en el clavo y ciento en la herradura, alternancia de las estructuras una en el clavo y ciento en la herradura aporta musicalidad y refuerza el contraste de significados.   

Desde el punto de vista sintáctico, al actuar como una unidad, estas locuciones funcionan como núcleos del predicado dentro de la oración. Por ejemplo, en Carlos no da ni clavo, la expresión equivale a Carlos no trabaja; por tanto, el verbo dar adquiere el valor sintáctico de trabajar y se convierte en el centro del predicado.  

En el plano semántico, se evidencian diversas relaciones de significado. Por ejemplo, hay antonimia entre tener buen clavo el azafrán en flor (tener muchas hebras largas) y tener mal clavo el azafrán en flor (tener pocas hebras desmedradas), donde la oposición se concentra en los adjetivos buen y mal. La sinonimia aparece en no dar ni clavo y no pegar ni clavo, pues ambas expresan holgazanería o inactividad.   

Desde el plano pragmático, el interés se centra en el discurso, por lo que su análisis depende del contexto y de los interlocutores. De ahí, que en este nivel predomine la lectura figurada sobre la literal. Así, el significado literal de no tener un clavo es el de “no poseer” esa pieza metálica, pero en contexto se refiere a “estar sin dinero”. Por ejemplo, en el enunciado Hoy vine con Karla a trabajar y, cuando nos pidieron el pasaje, ella no tenía ni un clavo; tuve que pagar su viaje, el contexto de las expresiones “pasaje” y “pagarle el viaje” marcan el significado figurado de la locución.  

Desde el punto de vista lexicográfico, las locuciones se registran en los diccionarios generales y especializados, lo cual confirma su integración en el repertorio léxico del español y su vitalidad en distintos ámbitos comunicativos. 

En conclusión, la clave de estas unidades fijas reside en su sentido unitario y figurado, cuyo significado no se reduce a la suma de sus componentes. Analizar las locuciones desde los seis planos propuestos ofrece una visión integral del mensaje y evidencia cómo el lenguaje refleja nuestra manera de pensar y sentir. Así que, a propósito de clavo: “Cuando ofendas a alguien, clava un clavo en la pared; cuando te disculpes, sácalo; entonces entenderás que siempre quedan marcas”. 

 

Un comentario

  • Héctor Navarro dice:

    El clavó esa mamada
    Ponte Berga con el clavo que vas agarrar no quiero arrepentimientos

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