Mi debilidad son los chocolates: La discordancia en construcciones copulativas

Por , publicado el 31 de marzo de 2020

En las oraciones con verbo copulativo (ser o estar), el sujeto concuerda, como regla general, en número y persona con el verbo: Las aulas estaban atiborradas; El dinero es un arma de doble filo; Los huevos criollos son los más ricos. Sin embargo, se presentan discordancias en oraciones construidas con el verbo ser, las mismas que se consideran admisibles y de uso recurrente: El resto son mentiras; Dos botellas de vino es suficiente; Mi debilidad son los chocolates. En las siguientes líneas se expondrán brevemente los casos más frecuentes sobre este fenómeno lingüístico recogidos en la Nueva gramática de la lengua española (2009).

 En la oración El resto son mentiras, el verbo no concuerda en número con el sujeto. El enunciado se está interpretando como plural al asumirse que el verbo corresponde con los rasgos del complemento tácito del sustantivo: El resto [de comentarios] son mentiras. De ahí que sean posibles las construcciones La mayoría [de participantes] eran adolescentes; La mitad [de heridos] eran menores de edad.

Se presenta otro tipo de discordancia en la variante singular de oraciones como Dos botellas de vino es suficiente (Dos botellas de vino son suficientes) y Cinco obras literarias al mes es bastante (Cinco obras literarias al mes son bastantes). En estos casos, es muy probable que el sujeto se esté considerando como complemento de un infinitivo tácito: tomar en el primer enunciado (Tomar dos botellas de vino es suficiente) y leer en el segundo (Leer cinco obras literarias al mes es bastante). Dentro de este tipo de oraciones, la discordancia de número también está relacionada con la posibilidad de alternar con la preposición con: Dos meses de descanso médico es más que suficiente / Con dos meses de descanso médico es más que suficiente; Treinta días de aislamiento no será suficiente / Con treinta días de aislamiento no será suficiente. El hecho de que el grupo nominal cuantitativo construido en plural se interprete como ‘la cantidad x’ o ‘el número x’ (sustantivo en singular) sería una explicación de por qué el verbo concuerda en singular. Este razonamiento es aplicable, sobre todo, a los casos en los que el predicado solo presenta adjetivos en masculino o precedidos de artículo neutro (lo): Quinientos platos[la cantidad] es abundante; Cien páginas[ese número] era lo acordado.

Por otro lado, una discordancia no menos controversial aparece en el momento en que prevalecen los rasgos del atributo y se le interpreta a este como sujeto: Mi mayor motivación son mis hijos (Mis hijos son mi mayor motivación); El problema serían sus faltas ortográficas (Sus faltas ortográficas serían el problema); Mi debilidad son los chocolates (Los chocolates son mi debilidad). A estas oraciones se les conoce como copulativas inversas, pues —como se ha observado— también se predica de mis hijos, de sus faltas ortográficas y de los chocolates. Esta misma interpretación se aplica en las oraciones donde el atributo es un pronombre de primera o segunda persona: El problema somos nosotros; El chancón eres . En estos casos podría comprenderse que, como los pronombres personales se equiparan a los nombres propios y estos últimos generalmente cumplen la función de sujeto, la «memoria» del verbo copulativo muestra las flexiones que concuerdan con el pronombre posverbal, ya que lo reconoce como sujeto y no como atributo. De ahí que no sean posibles las construcciones *El problema es nosotros; *El chancón es tú.

Finalmente, otro grupo de oraciones en las que el verbo copulativo no concuerda con el sujeto son las del tipo Eso son habladurías; Todo eran malentendidos. En ellas los rasgos del atributo se imponen sobre los rasgos del sujeto conformado por pronombre neutro (esto, eso, aquello). Si bien la alternancia del plural y del singular (Eso es habladurías; Todo era malentendidos) es posible en estos casos —con preferencia de la primera—, es mucho más frecuente cuando los sujetos no son neutros: Mi mayor deseo (sería / serían) unas vacaciones en el Caribe; La juventud (es / son) solo ilusiones; La remuneración (es / son) siete mil soles. La irregularidad que representa el plural en estos últimos enunciados podría entenderse también como una extensión de las copulativas inversas.

5 comentarios

  • Anónimo dice:

    Para los no iniciados, sería interesante que, en la brevedad de la explicación que dan, comenzaran con una exlicación acerca de lo que son las construcciones copulativas.

    “…fenómeno lingüístico recogidos en la Nueva gramática de la lengua española (2009).”
    Me queda una duda, “se recoge de” o “se recoge en”.

  • Paco (con ñ) dice:

    Aparte de los verbos “ser” y “estar”, existe otro verbo copulativo: “parecer”.

  • Jacinto González dice:

    Paco (con ñ), con el debido respeto y quizá poco gramatical, hablando de cópula, hay otros verbos,

  • Gabriela dice:

    No me quedó claro. Se puede o no se pude decir “El resto son mentiras”

  • Paco (con ñ) dice:

    Jacinto González, con el debido respeto, al tiempo que trato de no ofenderme por tu insolencia (a la que tú llamas respeto), me reafirmo en que gramaticalmente, los tres únicos verbos copulativos son los que mencioné en mi comentario anterior.
    Saludos.

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