Lo que hay detrás de “madre”

Por , publicado el 10 de mayo de 2012

Canciones, poemas, oraciones, flores, regalos, etc., son algunas muestras de cariño con que los hijos rinden homenaje a las madres en su día; y aunque siempre las tenemos presente, sabemos que en Perú y en otros países de América se ha fijado el segundo domingo de mayo como fecha especial para celebrar el día de la madre. Desde este espacio saludamos a todas las “mamás” que hoy festejan al lado de los suyos y queremos dar realce al término “madre”, explicando su origen, sus usos y su significado.

La palabra “madre” es un nombre o sustantivo femenino que procede del latín “mater”, “matris”, y que presenta más de catorce acepciones en el Diccionario de la lengua española (2014), de las cuales los significados de ‘hembra que ha parido’ o ‘hembra respecto de su hijo o hijos’, son los más frecuentes. Se sabe que el griego “méter”, el sánscrito “mátar”, el armenio “mair”, el antiguo irlandés “máthir”, el antiguo alemán “mouter” y el inglés “mother” tienen el mismo origen y significado que “mater” y “matris”. De todos estos orígenes se derivan: maternal, materno, maternidad, matriarcado, madrina, matrimonio, matriz, comadre, comadreja, comadrona, matrona, desmadre, enmadrarse, madrastra, matricidio, etc.

En ocasiones, “madre” puede aparecer con un valor metafórico en expresiones como “salirse de madre” que referida al lecho de un río equivale a ‘desbordarse’, ‘salirse de los bordes’; este mismo sentido lo encontramos en “desmadre” y “desmadrarse”: ‘salirse de los cauces previstos en una conducta’. También, utilizamos “madre” para señalar a lo que da origen a una cosa: “aguas madres”, “lengua madre”, “célula madre”; para indicar el título que se da a ciertas religiosas: “madre Purificación”; para referirse a la matriz en que se desarrolla el feto: “Esa mujer tiene mucho dolor en la madre”.

Con el mismo sentido de “madre” empleamos también el término “mamá”, que “procede del latín mamma, pronunciado [máma], y así se dijo en español hasta el siglo XVIII. Después, por influjo del francés, comenzó a extenderse la pronunciación aguda mamá, hoy general en el uso culto de España y América. La forma llana mama persiste, no obstante, en el habla popular y rural. El plural de mamá es mamás y no *mamases” (Diccionario panhispánico de dudas, 2005). Asimismo, el latín “mamma” significa tanto ‘madre’ como ‘teta’; de ahí que de “mama” derivan “mamar”, “amamantar”, “mamífero”, entre otras.

En España y América, los hablantes emplean comúnmente “mamá” para dirigirse a la madre en usos vocativos: “Mamá, no vendré a almorzar”; para referirse a ella en la conversación entre miembros de la misma familia: “Me ha dicho mamá que hoy tú lavarás los platos”; en la conversación entre niños pequeños: “Mi mamá me comprende siempre”; o cuando un adulto se dirige a un niño de pocos años: “Cuéntaselo a tu mamá”. Sin embargo, en una conversación entre adultos, fuera del núcleo familiar, en España se emplea el término “madre”: “Mi madre trabajó toda su vida”; mientras que en América, se prefiere “mamá”: “Mi mamá siempre estuvo al lado de mi papá y de sus hijos”.

Según el Diccionario panhispánico de dudas (2005), son diminutivos de “mamá”: “mamaíta”, de uso más frecuente en España, y “mamita”, muy extendido en América. También es correcta la forma “mamacita”, que en América suele alternar con “mamita” y “mamaíta”. En todo el ámbito hispánico se emplea también la forma hipocorística “mami” y los acortamientos “ma” (sílaba que está presente en la palabra “madre” en casi todas las lenguas) o “amá” (de uso corriente en ámbitos rurales). En algunos contextos, “mamacita”, “mamita” y “mami”, referidos a mujer en general y ya no a madre, pueden tener un matiz cariñoso pero también un significado peyorativo o despectivo.

Susana Terrones Juárez

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