Hoy es Nochebuena

Por , publicado el 24 de diciembre de 2012

Es la noche de la vigilia de Navidad, en la que la familia se reúne para esperar con júbilo y gozo el nacimiento del Niño Dios. Nos preparamos por dentro y por fuera, queremos dar gracias a Dios por las bendiciones recibidas y hacer propósitos de mejora personal.

Con esmero hemos puesto el belén y el árbol de Navidad. Nos hemos preocupado por adornar la casa con guirnaldas y luces multicolores, y hemos definido el menú de esta noche. Si nos permite, desde esta columna, queremos ayudarle a adornar la casa y a aderezar la cena de Navidad con un toque más lingüístico e histórico.

Pongamos primero las guirnaldas. Palabra de género femenino, se ha formado por un cambio de lugar de algunos sonidos (metátesis). Su origen es incierto y tal como hoy la conocemos, es una corona abierta por un extremo, fabricada con flores, ramas u hojas. Con este nombre se conoce también a la tira tejida de flores y ramas que no forman un círculo, y que en Navidad la utilizamos para ponerla en los árboles, los balcones, las ventanas y los dinteles de las puertas.

Suele estar presente también el árbol de Navidad junto al belén. Se trata de la tradición del abeto decorado, que se trasladó de Inglaterra a Estados Unidos en tiempos de la colonización. El árbol de Navidad proviene de los países fríos y nórdicos donde es común verlos todo el año y especialmente en Navidad. Esta costumbre se ha extendido rápidamente a muchos países, en donde se utilizan árboles naturales o artificiales decorados con luces, guirnaldas, regalos y otros adornos.

En la cena, es costumbre comer pavo en sus diferentes formas. Pocos han de saber que con este nombre se conoce a la especie de ave del género “Meleagris”, que se alimenta de bellotas y otras semillas e insectos. Oriundo de México, en donde se le llama guajolote, vivió también en estado salvaje en los bosques de Canadá. Según una antigua leyenda, este animal alimentó a los hambrientos colonos ingleses del Mayflower, que desembarcaron en Massachusetts el último jueves de noviembre de 1620. Desde entonces los estadounidenses celebran esa fecha el día de Acción de Gracias con una comida clásica a base de pavo relleno.

En el brindis, no puede faltar el champán o champaña, vino espumoso blanco o dorado, originario de la región de Champagne, al noroeste de Francia. Este vino fue conocido también por los romanos, que lo denominaron vinum titillum. En el siglo XV ya era conocido por este nombre en París, aunque no en su región de origen donde el término champagne designaba tierras baldías. Su consumo se asocia a diversas celebraciones y es habitual descorchar una botella de champán durante la entrega de trofeos en las carreras de autos o motos. También es tradicional romper una botella de champán en la inauguración de un local o de un evento.

A pesar del calor, algunos acostumbran beber chocolate con panetón. Del italiano panettone, el panetón es una masa dulce en forma de campana, que contiene frutas confitadas y pasas; está hecho de harina, huevos, mantequilla y endulzante. El primer registro como dulce navideño tradicional milanés se encuentra en un artículo del escritor Pietro Verri en el siglo XVIII, que se refería a él como pane di tono o pan grande.

Una vez que todo esté listo, nos juntaremos alrededor del belén para cantarle al Niño alegres y divertidos villancicos. El término villancico tiene su origen en España hacia el siglo XV y fue empleado para designar a una composición poética de carácter popular. Desde el punto de vista literario, consiste en un estribillo de tres versos, unas coplas de cuatro, uno o dos versos de enlace y repetición de los últimos versos del estribillo, que reciben el nombre de vuelta.

En la actualidad, el villancico se ha convertido exclusivamente en sinónimo de canción de Navidad, preferentemente de origen popular, que puede estructurarse de cualquier forma y ser utilizado con la misma denominación en diferentes países. A pesar de ello, en algunos villancicos actuales se conserva la estructura de estribillo y coplas, se presentan personajes populares y se incluyen textos un tanto graciosos: “En el portal de Belén han entrado los ratones…”; “El buey le dijo a la mula: apártate compañera, que quiero ver al Niño y me estorban tus orejas…”.

¡Feliz Navidad, estimados lectores! y disfruten de esta gran Nochebuena.

Susana Terrones Juárez

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