Los prefijos negativos en español

Por , publicado el 9 de julio de 2018

La prefijación es un proceso de formación de palabras bastante productivo en español. Consiste en unir una partícula llamada prefijo a una base léxica (des + leal = desleal, dis + conforme = disconforme, in + cumplir = incumplir). Su nombre (prefijo) nos señala que se coloca delante a diferencia de lo que ocurre con el sufijo, que va detrás (zapatero), y del infijo (también interfijo), que se ubica en el interior (panadero).

Según se recoge en la Nueva gramática de la lengua española (2009: 10.2), dependiendo de su significado, los prefijos pueden ser espaciales (subsuelo, intramuscular, etc.), temporales (presocrático, posmoderno, etc.), cuantitativos (pluricultural, polifacético, cuatrimotor, etc.), gradativos (archiconocido, hipersensible, viceministro, etc.), aspectuales (reintentar, reinterpretar, etc.), negativos (desobedecer, anarquía, etc.) y de orientación o disposición (contrataque, proindígena, etc.). Los propiamente negativos, a su vez, pueden denotar una propiedad contraria a otra (inaccesible, desleal, anormal), ausencia de una acción, una entidad o una propiedad (impago, analfabeto, sinvergüenza) y también la inversión o el cambio de una acción o una situación previa (desordenar, deshacer).

Es probable que el prefijo negativo por excelencia sea des-, pues permite la creación de un gran número de palabras derivadas que denotan acciones, situaciones o propiedades opuestas a las expresadas por la base: desacuerdo, desdicha, deshonor, desventaja, desventura, descortés, desleal, desobediente, etc. Cuando participa en la formación de sustantivos, este prefijo se interpreta con sentido negativo como en desaseo, desempleo, desmesura, desobediencia, entre otros. Con los verbos, en cambio, puede indicar ausencia (desconocer, desconfiar), cese, cancelación o anulación (deshabitar), acción contraria (descoser) y acción inadecuada (desinformar). También vinculado a la privación o a la inversión del significado señalado por la palabra base está el prefijo de-, y podemos verlo en palabras como deformar, defoliación, demente, entre otras. Asimismo, cabe señalar que nos encontramos con formas que pueden utilizarse indistintamente:  desbotonar o desabotonar, descuadernar o desencuadernar, decolorar o descolorar, decodificar o descodificar. Elegir una u otra dependerá del hablante.

Otro prefijo negativo es el prefijo dis- que expresa oposición (disconforme, discontinuo, discordar, disculpa), también separación (discriminar, distraer) y diferencia (discrepar, distinguir). Deriva del prefijo griego dys-, que significa ‘dificultad’ o ‘anomalía’ y que aparece, principalmente, en la terminología médica: dislexia, dislalia, disartria, disnea, etc.

Asimismo, tenemos el prefijo negativo sin- que está relacionado con la preposición sin (‘falta o carencia’): sinfín, sinnúmero, sinrazón, sinsentido, etc. Este rasgo preposicional aparece principalmente cuando se combina con bases sustantivas para designar clases de personas (los sin techo, los sin ley, los sin escrúpulos, los sin voz, los sin tierra) y, algunas veces, también de cosas (sin alcohol ‘cierto tipo de cerveza’). Parece ser que la marca prefijal está imponiéndose porque se han registrado los sintecho, los sinley, los sinvoz… tal y como ocurre con el sustantivo sinvergüenza que se escribe en una sola palabra.

Es también un prefijo negativo, el prefijo in- que elige i- ante las consonantes l (ilegal) y r (irreal). Cambia a im– ante b (imbatible) y ante p (impensable), pero se mantiene como in- ante v (invencible, invisible). Es un prefijo muy utilizado en la formación de adjetivos que, a su vez, permite la creación de verbos: inutilizar, incapacitar, inhabilitar, impacientar, insonorizar, inmortalizar, inquietar, etc.

Por último, nos topamos con el prefijo a-, que posee la variante an- ante vocal (anarquía, anorexia). Solemos utilizarlo en todos los casos como prefijo privativo: acéfalo (‘que no tiene cabeza’), anemia (‘carencia de sangre’), afónico (‘que carece de sonido’), analfabeto (‘que no sabe leer ni escribir’), etc. No hay que confundirlo con el prefijo a- que interviene en la formación de algunos derivados sin marca privativa: acomplejar, afirmar, atontar, etc.

Para terminar esta breve exposición, quisiéramos precisar algunos casos que se prestan a confusión, pues si bien se forman con prefijos negativos, no tienen el mismo significado; nos estamos refiriendo a las siguientes parejas de palabras: amoral (‘desprovisto de sentido moral) que inmoral (‘contrario a la moral’), alegal (‘ajeno a la ley, no regulado ni prohibido’) que ilegal (‘contrario a la ley’), apolítico (‘ajeno a la política’) que impolítico (‘falto de política o contrario a ella´).

Eliana Gonzales Cruz

Referencia de la imagen: http://segundodecarlos.blogspot.com/2014/03/palabras-nuevas-los-prefijos-des-e-in.html

3 comentarios

  • Jacinto Gonzalez dice:

    En la breve exposición no se ha dado cabida a: hétero – iso, a kilo – mega y micro- pico, entre muchos otros. Ni a los no-prefijos como disco y disciplinando.
    Tema que va a dar de qué hablar.

  • Anónimo dice:

    Jacinto, Elena Gonzales en “la breve exposición” solo se refirió a los prefijos negativos, de los positivos y quizá de los neutros (anti) hay muchos más,

  • sara quinceno dice:

    La prefijación es un proceso de formación de palabras bastante productivo en español. Consiste en unir una partícula llamada prefijo a una base léxica (des + leal = desleal, dis + conforme = disconforme, in + cumplir = incumplir). Su nombre (prefijo) nos señala que se coloca delante a diferencia de lo que ocurre con el sufijo, que va detrás (zapatero), y del infijo (también interfijo), que se ubica en el interior (panadero).

    Según se recoge en la Nueva gramática de la lengua española (2009: 10.2), dependiendo de su significado, los prefijos pueden ser espaciales (subsuelo, intramuscular, etc.), temporales (presocrático, posmoderno, etc.), cuantitativos (pluricultural, polifacético, cuatrimotor, etc.), gradativos (archiconocido, hipersensible, viceministro, etc.), aspectuales (reintentar, reinterpretar, etc.), negativos (desobedecer, anarquía, etc.) y de orientación o disposición (contrataque, proindígena, etc.). Los propiamente negativos, a su vez, pueden denotar una propiedad contraria a otra (inaccesible, desleal, anormal), ausencia de una acción, una entidad o una propiedad (impago, analfabeto, sinvergüenza) y también la inversión o el cambio de una acción o una situación previa (desordenar, deshacer).

    Es probable que el prefijo negativo por excelencia sea des-, pues permite la creación de un gran número de palabras derivadas que denotan acciones, situaciones o propiedades opuestas a las expresadas por la base: desacuerdo, desdicha, deshonor, desventaja, desventura, descortés, desleal, desobediente, etc. Cuando participa en la formación de sustantivos, este prefijo se interpreta con sentido negativo como en desaseo, desempleo, desmesura, desobediencia, entre otros. Con los verbos, en cambio, puede indicar ausencia (desconocer, desconfiar), cese, cancelación o anulación (deshabitar), acción contraria (descoser) y acción inadecuada (desinformar). También vinculado a la privación o a la inversión del significado señalado por la palabra base está el prefijo de-, y podemos verlo en palabras como deformar, defoliación, demente, entre otras. Asimismo, cabe señalar que nos encontramos con formas que pueden utilizarse indistintamente: desbotonar o desabotonar, descuadernar o desencuadernar, decolorar o descolorar, decodificar o descodificar. Elegir una u otra dependerá del hablante.

    Otro prefijo negativo es el prefijo dis- que expresa oposición (disconforme, discontinuo, discordar, disculpa), también separación (discriminar, distraer) y diferencia (discrepar, distinguir). Deriva del prefijo griego dys-, que significa ‘dificultad’ o ‘anomalía’ y que aparece, principalmente, en la terminología médica: dislexia, dislalia, disartria, disnea, etc.

    Asimismo, tenemos el prefijo negativo sin- que está relacionado con la preposición sin (‘falta o carencia’): sinfín, sinnúmero, sinrazón, sinsentido, etc. Este rasgo preposicional aparece principalmente cuando se combina con bases sustantivas para designar clases de personas (los sin techo, los sin ley, los sin escrúpulos, los sin voz, los sin tierra) y, algunas veces, también de cosas (sin alcohol ‘cierto tipo de cerveza’). Parece ser que la marca prefijal está imponiéndose porque se han registrado los sintecho, los sinley, los sinvoz… tal y como ocurre con el sustantivo sinvergüenza que se escribe en una sola palabra.

    Es también un prefijo negativo, el prefijo in- que elige i- ante las consonantes l (ilegal) y r (irreal). Cambia a im– ante b (imbatible) y ante p (impensable), pero se mantiene como in- ante v (invencible, invisible). Es un prefijo muy utilizado en la formación de adjetivos que, a su vez, permite la creación de verbos: inutilizar, incapacitar, inhabilitar, impacientar, insonorizar, inmortalizar, inquietar, etc.

    Por último, nos topamos con el prefijo a-, que posee la variante an- ante vocal (anarquía, anorexia). Solemos utilizarlo en todos los casos como prefijo privativo: acéfalo (‘que no tiene cabeza’), anemia (‘carencia de sangre’), afónico (‘que carece de sonido’), analfabeto (‘que no sabe leer ni escribir’), etc. No hay que confundirlo con el prefijo a- que interviene en la formación de algunos derivados sin marca privativa: acomplejar, afirmar, atontar, etc.

    Para terminar esta breve exposición, quisiéramos precisar algunos casos que se prestan a confusión, pues si bien se forman con prefijos negativos, no tienen el mismo significado; nos estamos refiriendo a las siguientes parejas de palabras: amoral (‘desprovisto de sentido moral) que inmoral (‘contrario a la moral’), alegal (‘ajeno a la ley, no regulado ni prohibido’) que ilegal (‘contrario a la ley’), apolítico (‘ajeno a la política’) que impolítico (‘falto de política o contrario a ella´).

    Eliana Gonzales Cruz

    Referencia de la imagen: http://segundodecarlos.blogspot.com/2014/03/palabras-nuevas-los-prefijos-des-e-in.html

    Publicado por Eliana Gonzales el 9 de julio de 2018. Categorías: Gramática, Morfología. Etiquetas: derivación, formación de palabras, palabra, prefijación, prefijo, prefijo negativo.

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