La expansión de un extranjerismo

Por , publicado el 10 de octubre de 2018

Como ya informábamos en otra recomendación (http://udep.edu.pe/castellanoactual/bullying/), bullying, que designa la intimidación practicada por niños y adolescentes en las aulas de clase, es un extranjerismo que hoy en día se halla en apogeo. En gran medida, esto se debe a la acción de los medios: a la vez que adoptaron el anglicismo, una serie de eventos lamentables hicieron del tema su primera plana. En la misma recomendación se aconsejaba al lector evitar dicha forma siempre que pudieran usarse equivalentes castellanos como intimidación o acoso escolar. El consejo no era gratuito: existen en nuestra lengua formas de designar esa realidad (incluso el verbo lornear en el ámbito coloquial); por lo que la cautela que se debe tener con la palabra inglesa nace en pro de esas formas, que, por el uso abusivo del anglicismo, pueden perder su lugar en tales situaciones, y con la intención de cuidar la precisión semántica en la comunicación.

Sucede que en la actualidad, bullying ha ganado terreno en nuestra lengua innecesariamente. Esto se observa en dos estratos. Primero, el gerundio que designaba como sustantivo un fenómeno concreto ha sido verbalizado según la flexión castellana. No es raro oír frases como Lo buleamos toda la semana, La bulean mucho. Segundo, la palabra se ha extrapolado y se dice de otras situaciones semejantes pero ajenas al contexto escolar. Así, entre compañeros de oficina, adultos, también puede haber bullyng. Peor aún, bullying y bulear se han vuelto genéricos de una serie de acciones relativas al acoso escolar como el insultar o tratar mal. No está de más, una vez más, recomendar que su uso se restrinja.

 

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