¿Es igual “un diezmo” de mis ingresos que “un décimo” de ellos?

Por , publicado el 28 de abril de 2014

diezmo

Diezmo es una palabra que se usa a nivel secular, aparece en la Biblia desde los tiempos de Abraham y Melquisedec en el Antiguo Testamento, y en el Nuevo Testamento Jesús y los apóstoles la mencionaron algunas veces. Pero, ¿qué es diezmo?, ¿cómo debemos expresarnos: Un diezmo de mis ingresos, Un décimo de mis ingresos, La décima parte de mis ingresos o simplemente el diezmo? Estas interrogantes nos llevan a otras, tales como ¿A qué categoría gramatical pertenece esta palabra?, ¿se trata de un sustantivo numeral fraccionario o no?

Los numerales fraccionarios, llamados también partitivos, denotan una fracción de cierto elemento o una parte de un conjunto de ellos. Pueden ser adjetivos como en La novena parte de la torta o sustantivos como en Un noveno del pastel.

Los adjetivos fraccionarios modifican al sustantivo parte, por lo que se usan como femeninos: la décima parte. Así pues, la combinación “numeral fraccionario + parte” designa conjuntamente cierto segmento de la entidad que se cuantifica.

Los sustantivos fraccionarios, con la excepción de mitad, suelen ser masculinos. Los sutantivos fraccionarios femeninos décima, centésima y milésima se usan sin correspondencia con los masculinos (como en En décimas de segundo, En una milésima del tiempo fijado) o con mayor alternancia entre variantes femeninas y masculinas (Estuvo aquí en una décima de segundo; Estuvo aquí en un décimo de segundo).

Diezmo pertenece a esta misma clase solo cuando se construye con complemento partitivo como en Un diezmo de sus ingresos y no se considera numeral fraccionario o partitivo cuando designa cierto impuesto o derecho del diez por ciento que se paga; en este caso es un nombre o sustantivo. Definido por el DRAE (2001) como el ‘derecho del diez por ciento que se pagaba al rey sobre el valor de las mercaderías que se traficaban y llegaban a los puertos, o entraban y pasaban de un reino a otro’ y la ‘parte de los frutos, regularmente la décima, que pagaban los fieles a la Iglesia’. Así, recordamos lo leído en Malaquías 3:10: «Entreguen, pues, la décima parte de todo lo que tienen al tesoro del templo, para que haya alimentos en mi casa…».

Por lo tanto, si queremos referirnos al diezmo o pago de la décima parte de algo, todas las variantes que se plantearon al inicio de esta reflexión serían válidas y un décimo de mis ingresos sería exactamente lo mismo que el diezmo de mis ingresos.

 Fabiola Bereche

Universidad de Piura

Deja un comentario

×