Aproximación al discurso político (parte I)

Por , publicado el 13 de julio de 2022

Como ya hemos referido en otros artículos, el análisis del discurso es una disciplina que estudia los usos que los hablantes de la lengua hacen en determinadas situaciones. En este complejo ámbito, el análisis de los discursos de tipo político es un área de investigación muy productiva. En esta primera entrega ofreceremos algunas de sus dimensiones, funciones y estrategias de la mano de investigadores destacados. 

En primer lugar, el discurso político es considerado como un instrumento por medio del cual se ejerce el poder en dos dimensiones: una, a través de la dominación en el texto y el habla en contextos específicos; y dos, mediante la influencia del discurso en las mentes de otros.  ¿Y esto qué quiere decir? Pues que existen hablantes dominantes que pueden restringir los derechos comunicativos de otros y que también son capaces de manejar la opinión pública (Teun A. van Dijk, Discurso y Dominación, 2004).   

Ahora bien, como señalan Chilton y Schäffner (2001), las estrategias discursivas de los políticos también son reconocibles en cualquier otro tipo de discurso en los que los hablantes ejerzan algún tipo de poder. Es decir, que se aprecian en otros ámbitos de la esfera de actividad humana, un ejemplo muy evidente es en los medios de comunicación.  

¿Y cuáles son esas estrategias? Estos autores mencionan las siguientes: la coerción; la resistencia, oposición y protesta; los encubrimientos; y la legitimación y deslegitimación. Veamos la definición de cada una: 

  • La coerción la ejercen los hablantes cuando imponen sanciones o imponen su propia agenda o temas de conversación, es decir, controlar quién habla y de qué se habla. 
  • La resistencia, oposición y protesta la realizan al emplear estrategias discursivas opuestas a quienes ejercen el poder. 
  • Los encubrimientos se refieren a incurrir en controlar la información o en emplear evasivas y eufemismos o, directamente, en mentir. 
  • La deslegitimación se trata de que desde el poder político resulta imprescindible referirse a los opositores de manera negativa. 

Asimismo, el análisis de discurso político alcanza otros aspectos pragmáticos. Verón (La palabra adversativa,1987) nos da algunas pistas al respecto: a) es un discurso que procura confirmar a los partidarios y atraer a los indecisos; b) es un discurso estratégico, ya que define propósitos, medios y antagonistas; c) quien lo sustenta expresa públicamente un compromiso y asume una posición; d) es esencialmente polémico y está  basado en la construcción de un adversario; y e) es un discurso argumentado destinado a esquematizar y teatralizar el ser y el deber ser a la vista de un determinado público. 

A modo de ejemplo representativo de esta área de las ciencias del lenguaje, ofrecemos algunos detalles de un interesante estudio. Se trata del análisis del discurso populista latinoamericano representado por dos líderes políticos que llegaron al poder gracias a elecciones presidenciales bajo un sistema de gobierno democrático, y cuyo interés principal fue la reivindicación de las clases sociales más desposeídas.  

En concreto, el objetivo de las investigadoras León, Molero y Chirinos (El discurso político en Latinoamérica. Análisis semántico-pragmático, 2011) se centró en el análisis semántico-pragmático de dos discursos, a saber: el acto de proclamación de la candidatura de Juan Domingo Perón (el 12 de febrero de 1946) y el de la toma de posesión de la Presidencia de la República de Venezuela de Rómulo Betancourt (el 13 de febrero de 1959). En sendos discursos ellas analizaron el léxico, los recursos retóricos y las estrategias y funciones discursivas. Algunos de sus resultados fueron los siguientes: a) la proliferación léxica señala la actitud del líder populista hacia determinados referentes (“pueblo”, “oligarquía”, “régimen dictatorial” y “régimen democrático”); b) la frecuente utilización de la metáfora (“Los comunistas argentinos son flacos de memoria”); c) la victimización (“ser realmente libres”, “ser libres de la esclavitud”); y d) la exclusión del “otro” con la función estratégica  de legitimar al líder político, deslegitimar al oponente y propiciar la polarización de los grupos. 

 

3 comentarios

  • Jacinto Gonzales dice:

    Lo leerá ???? En el negado caso de que lo lea, ¿entenderá el mensaje???
    …y falta la Parte II.

  • Anónimo dice:

    El discurso político tiene dos oportunidades: Primero, el de campaña para postular y conseguir adeptos y, luego, el posterior en que se da cuenta de los logros y lo que falta hacer.

    Para todo discurso hay una ley no publicada pero difundida que dice: “Promete la mitad y cumple el doble”.

  • Anónimo dice:

    Aproximación al discurso político (parte I)

    …y la “parte II” ????

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