Amorcito, gordito, flaquita, lucecita… y más -itos e -itas

Por , publicado el 2 de febrero de 2015

amorcito_ositos

Iniciamos el mes de febrero, mes del amor y la amistad, mes en el que se desbordan las muestras de cariño y, por supuesto, los sentimientos se expresan con palabras, pues el idioma cuenta también con recursos afectivos y amorosos.

Para formar términos como amorcito, chiquita, cariñito, etc. nuestra lengua tiene procesos de derivación que consisten en unir a una base léxica (raíz) uno o más afijos (prefijos o sufijos). Así, tomando la raíz de niño (niñ-) obtenemos: niñez, aniñado, niñito, etc. Dentro de los tipos de derivación existe la apreciativa, mediante la cual se expresa una valoración afectiva de lo denotado por la palabra base: se forman diminutivos (princesita), aumentativos (golpazo) o despectivos (pueblucho) con una fuerte carga subjetiva.

Entre los diminutivos más utilizados figura –ito (-ita) y sus variantes –cito y   –ecito: osito, corazoncito, lucecita. Estos pueden unirse a sustantivos (amorcito), adjetivos (pequeñita) o adverbios (lejitos) sin cambiarles el significado, solo dotándolos de matiz semántico y enfatizando el mensaje afectivo.

El uso más común de los diminutivos es de carácter emocional, porque pueden indicar cariño, ironía, desdén, etc., dependiendo del hablante y la situación comunicativa. De allí que expresen afecto: Flaquita de mi corazón, Te adoro, hijito; cortesía: ¿Alguna cosita en que pueda ayudarla?; compensación del efecto negativo de ciertas expresiones: No estás gorda solo un poco llenita; atenuación de la importancia de una cosa o persona: Es solo un defectito; ironía: ¡Vaya semanita! Puede, incluso, tener matiz despectivo: ¡La mujercita esa!

Como vemos, nuestro amplio abanico de emociones puede expresarse con diminutivos, especialmente el amor y cariño: Te quiero, más que un poquito.

Lady Noelia Olivares Mauricio
Universidad de Piura

Foto: shiori.k (CC BY-SA 2.0)

5 comentarios

Deja un comentario

×