¿alto funcionario o funcionario alto?

Por , publicado el 11 de noviembre de 2021

A propósito del debate de la Comisión de Descentralización, Regionalización y Gobiernos Locales del Perú sobre los proyectos de ley que mejoren los mecanismos para la designación de altos funcionarios del Estado, cabría preguntarse si tenemos realmente altos funcionarios o funcionarios altos. Ni lo uno ni lo otro, pues muchos carecen de los requisitos para ejercer actualmente el cargo y otros tampoco son de gran estatura.

Dejando de lado el panorama político, nos centraremos en la posición de ciertos adjetivos calificativos, pues ya vemos que inciden en un cambio de significado si van antes o después del sustantivo: alto funcionario (nivel o especialización) no es igual que funcionario alto (altura física).

El adjetivo es la palabra variable en género y número (alto/a, altos/as) que funciona como modificador de un sustantivo (funcionario) y cuyo significado, en la mayoría de casos, depende de este. Si bien también puede desempeñarse como atributo (el funcionario es alto) y en la definición tradicional se clasificaba en calificativo (funcionario alto) y determinativo (ese/su/un/algún/primer funcionario), en la actualidad los adjetivos determinativos se consideran solo determinantes (palabras que introducen al sustantivo en un enunciado) en lugar de propiamente adjetivos, como lo señala la Nueva gramática básica de la lengua española (2011, p. 70).

Hoy en día, en sentido estricto, solo se consideran adjetivos a los calificativos; por eso han pasado a llamarse simplemente adjetivos, aunque se sigue utilizando el término calificativo (hombre alto, actividad buena, decisión coherente) para distinguirlos de otros denominados relacionales, que indican pertenencia o relación (hombre peruano, actividad comercial, decisión presidencial).

El adjetivo calificativo tiene libertad de posición con respecto al sustantivo: prenominal da un matiz valorativo (cálida casa) y posnominal, especifica (casa cálida); a este último, la Nueva gramática de la lengua española lo llama también adjetivo restrictivo (2009, pág. 912). Si decimos Recordaba mi estancia en esa cálida casa, apelamos al sentimiento, a la emoción vivida; y si repetimos el mismo enunciado, cambiando la ubicación del adjetivo, Recordaba mi estancia en esa casa cálida, se proporciona la característica objetiva, que restringe y precisa la cualidad del sustantivo modificado, esto es, la casa no era fría. Por citar otro ejemplo, no es lo mismo Pásame ese rojo abrigo (valorativo, contenido subjetivo) que Pásame el abrigo rojo (especificativo, restrictivo, contenido objetivo).

En los ejemplos del párrafo anterior si bien el cambio de colocación alterna la subjetividad con la objetividad, no se establece una variación radical del significado, pues cálida y rojo describen al sustantivo con las características propias de dichos adjetivos. No obstante, hay ciertos adjetivos calificativos que sí alteran completamente el significado como el señalado en el primer párrafo: alto funcionario/funcionario alto.

Tenemos que pensar, entonces, si es viable anteponerlo o posponerlo al sustantivo acorde con nuestra intención comunicativa. No significan lo mismo: alta cuna (élite o casta), cuna alta (larga, elevada), antiguo profesor (anterior, enseñó antes), profesor antiguo (no actualizado o con muchos años); viejo amigo (compañero de antaño), amigo viejo (de edad avanzada); grandes políticos (comprometidos con el país), políticos grandes (de gran tamaño); grandes regiones (fructíferas), regiones grandes (de mucha extensión); pobre mujer (desdichada), mujer pobre (sin dinero); única oportunidad (una sola), oportunidad única (excepcional); ciertas noticias (algunas), noticias ciertas (verídicas); medio hombre (perdió o carece de extremidades), hombre medio (individuo promedio); nuevo automóvil (otro carro), automóvil nuevo (cero kilómetros); buen oído (destreza musical), oído bueno (oye bien); curiosa dama (peculiar o extraña), dama curiosa (fisgona o entrometida); fantástica literatura (formidable, estupenda), literatura fantástica (género narrativo ficcional); nuevo año (otro año), Año Nuevo (1 de enero); pura agua (solo agua), agua pura (cristalina), simple anécdota (cualquier historia), anécdota simple (sin mayor trama o dificultad narrativa), etcétera.

En resumidas cuentas, la posición importa. Así que, retomando el panorama político, en el Perú los ciudadanos exigen altos funcionarios sin importar que sean funcionarios altos. Queremos un gran país y no solo un país grande.

Un comentario

  • Jacinto Gonzales dice:

    Larga una explicación, una explicación larga. Una explicación larga en que el orden de los factores pueden alterar el producto.

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