Soy yo quien le da las gracias 

Por , publicado el 25 de septiembre de 2025

Quién no ha escuchado expresiones como Soy yo quien le da las gracias; En esa ciudad es donde nació mi abuelo o Más paciencia es lo que te falta. La estructura de estas construcciones pertenece a las oraciones denominadas copulativas enfáticas de relativo. Este tecnicismo puede parecer lejano; sin embargo, enunciados como los citados forman parte de nuestro día a día, pues permiten poner en primer plano la información más relevante. 

 El nombre puede variar, ya que también se denominan perífrasis de relativooraciones hendidas, escindidas o pseudohendidas. La idea es siempre la misma: se trata de una construcción formada por tres elementos básicos. Primero, el verbo ser en cualquiera de sus formas conjugadas; segundo, un segmento focal, es decir, aquello que queremos resaltar; y tercero, una oración de relativo sin antecedente expreso. En Eso es lo que estaba yo pensando, por ejemplo, es corresponde a la forma conjugada del verbo copulativo sereso es el foco, y lo que estaba yo pensando es la proposición de relativo. 

 El hablante tiene la posibilidad de reorganizar los componentes de estas construcciones. Así, podemos decir Más paciencia es lo que te falta, pero también Es más paciencia lo que te falta Lo que te falta es más paciencia. Cada variante mantiene el énfasis, aunque el orden cambia el ritmo de la expresión y, con él, la forma de atraer la atención del oyente. Las oraciones copulativas enfáticas de relativo se diferencian de las oraciones copulativas comunes porque no buscan atribuir una cualidad, como en Juan es médico, sino resaltar un elemento dentro de un enunciado ya conocido o presupuesto. Por eso, se dice que aportan información focalizada: la relativa introduce un contenido que se da por consabido (te falta algo), y la construcción enfatiza el valor de esa incógnita (más paciencia).  

En la lengua hablada, estas oraciones cumplen una función expresiva muy fuerte. No es lo mismo decir Lo que quiero es que me escuches que simplemente Quiero que me escuches. La primera opción introduce un matiz de insistencia, de énfasis, que no aparece en la segunda. De ahí que se las considere también recursos retóricos, capaces de marcar contraste, introducir información nueva o subrayar lo esencial en un discurso. 

 Como puede ver, estimado lector, las copulativas enfáticas de relativo constituyen un mecanismo que moldea la forma en la que transmitimos la información. Ya sea en una narración, en una clase o en una conversación diaria, su función será señalar con claridad dónde debe ponerse la atención. La próxima vez que escuche Fue en ese momento cuando todo cambió, sabrá que no es solo una cuestión de estilo, sino un ejemplo de cómo el hablante usa recursos lingüísticos para remarcar lo que considera relevante. 

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