Quizás, quizás, quizás
Por Lady Olivares, publicado el 16 de octubre de 2025El título de la famosa canción Quizás, quizás, quizás, compuesta por el cubano Osvaldo Farrés en 1947, refleja de manera sencilla una de las formas más comunes de manifestar la duda en español. En su conocida estrofa “Siempre que te pregunto / que cuándo, cómo y dónde / tú siempre me respondes / quizás, quizás, quizás”, la repetición de la palabra quizás captura perfectamente la vacilación de quien, sin comprometerse, deja abierta la posibilidad de una respuesta. Esta actitud de no dar una respuesta definitiva es un claro ejemplo de cómo el uso de los adverbios de duda refleja, hasta hoy, nuestra forma de pensar y comunicarnos.
Los adverbios de duda son palabras que usamos para expresar incertidumbre, probabilidad o conjetura sobre algo. Cuando decimos, por ejemplo, Tal vez llegue más tarde o Quizá no sea el momento, no estamos afirmando ni negando algo de manera rotunda, sino dejando espacio para que ocurra o no lo que se menciona. Entre los adverbios más comunes se encuentran quizá, quizás, tal vez, acaso, probablemente, posiblemente, a lo mejor, de repente, entre otros.
Aunque estos adverbios suelen señalar una duda evidente, también se emplean para mostrar prudencia o hacer conjeturas. Por ejemplo, Tal vez el cambio de estrategia llegue demasiado tarde expresa una reserva sobre una acción futura; Probablemente el dólar mantenga su tendencia a la baja suaviza una afirmación, presentándola como una estimación más que como una certeza absoluta. Además, se utilizan con frecuencia en preguntas retóricas, como en ¿Acaso no hemos aprendido nada de la historia reciente?, donde el adverbio enfatiza una crítica o reflexión.
Desde el punto de vista semántico y sintáctico, los adverbios de duda no solo modifican el verbo o el adjetivo, sino que afectan toda la oración. En un enunciado como Probablemente lleguen mañana, el adverbio probablemente transmite la idea de que, aunque es posible que lleguen, no se está seguro de que esto ocurra. En cambio, si decimos simplemente Llegan mañana, eliminamos cualquier duda o posibilidad. En cuanto al modo y tiempo verbal, estos adverbios son compatibles tanto con el subjuntivo como con el indicativo. El subjuntivo se emplea cuando el adverbio precede al verbo, aunque en estos casos también es posible el indicativo: Mañana a esta hora, posiblemente ya haya (hay) una respuesta o Quizás sea (es) un poco tarde para actuar”. Sin embargo, cuando el adverbio sigue al verbo, se usa el indicativo: Esto es, posiblemente, lo mejor para todos o Se olvidó, quizás, de la cita.
Una diferencia importante, aunque sutil, está en el uso del subjuntivo y el indicativo. El subjuntivo, que expresa mayor incertidumbre, suele usarse cuando queremos enfatizar que algo es solo una posibilidad, como en Quizás él te haya engañado fácilmente, donde se pone en duda la acción misma. En cambio, el indicativo, al ser más cercano a la certeza, se emplea cuando la duda es menos marcada, como en Quizás él te engañó fácilmente, donde la duda se limita a la interpretación de los hechos.
En cuanto a los errores más comunes, uno de los más frecuentes es la incorrecta escritura de tal vez, que muchas veces se escribe equivocadamente como *tal ves o *talvés. También suele haber confusión entre quizá y quizás, pero ambas son correctas y se usan de manera intercambiable. Otro error recurrente es la combinación de adverbios de duda con expresiones incompatibles, como en Quizá seguramente lo haga, lo cual resulta contradictorio.
En conclusión, los adverbios de duda no solo son una herramienta lingüística para expresar incertidumbre, sino que también reflejan nuestra forma de pensar sobre lo incierto y lo posible. Como nos recuerda la canción Quizás, quizás, quizás, estas palabras nos acompañan en nuestra cotidianidad, abriendo espacios para el diálogo, donde las respuestas no siempre son claras, pero sí siempre posibles.