«¿Me lo prometes?»: Las oraciones interrogativas totales

Por , publicado el 11 de febrero de 2019

Generalmente, la enseñanza de las oraciones interrogativas considera como preguntas a aquellos enunciados que piden una información sobre algo, utilizan los pronombres o adverbios interrogativos o llevan los signos de interrogación. Sin embargo, poco se toman en cuenta otros usos que se presentan en la comunicación diaria, oral o escrita, en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Toda oración interrogativa implica una pregunta que, supuestamente, demanda una respuesta (sobre las llamadas preguntas retóricas que no necesitan una respuesta, puede revisarse el artículo que aparece en el siguiente enlace: http://udep.edu.pe/castellanoactual/la-interrogacion-retorica/. Se dividen en dos grupos: directas e indirectas. Las interrogativas directas constituyen enunciados interrogativos con una curva de entonación propia y signos de interrogación: ¿Qué quieres?, ¿Rafael vendrá con nosotras?; y las indirectas son oraciones subordinadas sustantivas formadas con pronombres o adverbios interrogativos tónicos: Me puedes decir a qué has venido. No sé dónde puse la aguja.

Las interrogativas directas son enunciados –oracionales o no oracionales– utilizados para solicitar información: ¿Qué hora es? ¿Cuál es tu nombre? ¿Por qué el acuerdo es reservado? Pero también se emplean para otro tipo de finalidades, como por ejemplo, para expresar un ofrecimiento: ¿En qué puedo ayudarte?; una recomendación: ¿No te vendría bien un paseo a la playa?; una petición: ¿Me prestas un sol?; una solicitud: ¿Me permite su DNI?; negaciones implícitas: ¿Tengo yo la culpa de que estuviera cerrado?; propuestas: ¿Y si vamos al cine?; recriminaciones: ¿Por qué no me contestas? (Cfr. Nueva gramática de la lengua española, 2010: 796: 42.1.1 L).

En la escritura, las interrogativas directas se marcan con los signos de apertura (¿) y de cierre (?) de la interrogación, considerándose una falta de ortografía omitir el signo de apertura. Asimismo, se recomienda colocar el signo de apertura donde comienza la pregunta: Y de Venezuela ¿qué dice el comentarista?

Estas interrogativas directas se clasifican en totales y parciales. Las totales presentan dos o más opciones entre las que el interlocutor debe elegir. Se dividen en interrogativas de o de no e interrogativas alternativas. Las primeras se contestan con uno de esos adverbios, o no, o adverbios con significados parecidos (claro, por supuesto, muchísimo, ni pensarlo, jamás, etc.); incluso adverbios de duda u otras expresiones equivalentes:

― ¿Vas a ver esa película?

― Sí (claro, por supuesto, ni pensarlo, tal vez, quizá…)

En cambio, en las interrogativas alternativas, se elige entre dos o más opciones que la propia pregunta ofrece de forma expresa. Pueden ser no oracionales (sin verbo conjugado): ¿Persecución política o hechos delincuenciales? ¿Un gobierno ilegítimo? ¿Más tomate?

Un ejemplo claro de una interrogativa alternativa podría ser el siguiente:

¿Prefieres este libro o ese otro?

Prefiero este. (No me gusta ninguno).

Dentro de las interrogativas directas totales encontramos, también, las formadas por un sintagma adjetival (¿Listas para empezar?), nominal (¿Un tecito?) o en gerundio (¿Descansando un ratito?).

Algunas interrogativas totales pueden interpretarse como confirmativas u orientativas; es decir el hablante que hace la pregunta pide confirmación de la veracidad de lo que sabe: ¿Te gradúas este año? / ¿Es verdad que te gradúas este año? Este tipo de preguntas suelen introducirse por ¿Verdad que…? o ¿No es cierto que…?

Asimismo, se puede utilizar al final de este tipo de construcciones, la expresión ¿… o no?, con un valor enfático, cuando se considera que el destinatario no ha dejado claro su posición frente a algo: ¿Vas a ir o no? ¿Te gustaría ir o no? En este mismo sentido, ¿… o qué? es una variante más tosca usada, sobre todo, en discusiones: ¿Te vas a comportar o qué?

Aún queda mucho más que decir sobre las interrogativas y lo iremos haciendo en próximos artículos.

Nelly Trelles

Un comentario

  • Anónimo dice:

    Excluyendo los adverbios interrogativos o los signos de interrogación, ejemplo;
    “Me compras una rifa” , un comando u orden. y “¿Me compras una rifa?” un pedido o pregunta, ¿qué hace la diferencia en la escritura?
    “compras” o “rifa”, ¿no debieran tener una tilde diacrítica, como el adverbio “qué”?

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