Ahora, se prepara para estrenar dos largometrajes “Libertad” y “Domingo” y planea terminar una película que grabo con su hijo e iniciar la producción de proyectos de cine, hechos en Lambayeque.

Premios y producciones

Con la película “Domingo”, Manuel Eyzaguirre y su equipo de trabajo ganaron el premio del concurso Cine del Mañana en la sección industria (trabajo en proceso), que les permitirá terminar la película y relacionarse con programadores, distribuidores y agentes de venta a nivel internacional. También ganó el premio del Festival Internacional Viña del Mar, en la sección industria, otra posibilidad para difundir la película en el extranjero.

“Es una película que puede generar un interés comercial porque habla de mujeres con problemas de comunicación intergeneracional. Son mujeres reales, no de catalogo”, comenta el comunicador. “Siento que la película va a conectar con nuestras vidas cotidianas”, agrega.

Eyzaguirre ha dirigido más de una veintena de cortometrajes, cada uno “movido por algo personal, familiar o de memoria”, señala. Entre los más reconocidos figuran “La abuela Genoveva”, “Viajero” y “Verano”. Sin embargo, considera que “su corazón y su mente” están mas enfocados en los trabajos más personales, los que hablan de su familia, amigos y experiencias, “porque el cine es una terapia para mí”, dice.

El camino del cineasta

Recuerda que su gusto por el cine nació en la Universidad de Piura, con las sesiones del Cine fórum y los cursos de realización cinematográfica; sin embargo, lo que más le impulso en esta vocación fue hacer cine fuera de las aulas. “Alejandro Machacuay, Juan Carlos More, Izaro Gorostidi y Jose Rimarachín fueron personas muy importantes para desarrollar esta pasión que me hace feliz, a pesar de las dificultades”, comenta.

Actualmente, Manuel trabaja como comunicador audiovisual, asesora proyectos cinematográficos y audiovisuales; y, eventualmente, dicta talleres y produce en Norcinema, una empresa audiovisual de Lambayeque. A la par, continua proyectos cinematográficos personales.

Refiere que su carrera como cineasta la han ido forjando las experiencias y las personas que le impulsaron a seguir su vocación. “Es importante tener un mentor, en mi caso fue el profesor Alejandro Machacuay, de la Facultad de Comunicación. El, con su pasión, despertó en mi una vocación que desconocía”, recuerda. Además, indica que es importante que quienes gustan del cine y quieren dedicarse a este arte, sepan que hay que se “eternos aprendices”, capaces de adaptarse a las nuevas tecnologías y formatos. “Pero, lo más importante es ver mucho y buen cine, hablar de él, cuestionar, reflexionar, usarlo como referencia y crear”, acota.