La doctora Marisa Aguirre Nieto fue distinguida como profesora emérita por su entrega a la formación humana y profesional, tanto en la Facultad de Comunicación como en el PAD-Escuela de Dirección. En un encuentro muy emotivo y familiar, en marzo, en las instalaciones del PAD se le rindió homenaje, nombrándola profesora emérita por su destacada trayectoria docente y humana. La mesa de honor la presidieron el rector de la universidad, Paul Corcuera; el director general del PAD, Eduardo Linares; y la homenajeada. Asistieron colegas, amigos y familiares. Por Gianfranco Quispe.

 

 

De la UDEP al PAD

Desde sus inicios en la Facultad de Comunicación en 1974, hasta su actual cátedra en el área de Gobierno de Personas del PAD-Escuela de Dirección, Marisa Aguirre ha acompañado a cientos de alumnos en el camino de su formación, combinando exigencia académica con una profunda visión del ser humano.

“Tus clases no se olvidan, transforman”, comentó la doctora Rosa Zeta, profesora emérita de la Facultad de Comunicación, quien leyó una semblanza en la que evocó los inicios de Aguirre en Piura y su transición hacia el mundo empresarial y de dirección.

“Tu docencia ha tenido una dimensión práctica y una misión clara: ayudar a las personas a dirigir sus vidas con sentido. Tú enseñas con lo que eres, con tu testimonio silencioso y tu trabajo diario. Y eso no se improvisa, se cultiva. Has sabido ponerte al servicio de la universidad con humildad, generosidad y una actitud de escucha que ha dejado una huella imborrable en quienes te han conocido”, destacó.

Por el PAD, el magíster Ian Ríos —director del área que la distinguida docente ayudó a consolidar— la describió como una profesora única: carismática, generosa con el aula y ejemplo constante para sus colegas. “Ella no dicta clases, conversa con profundidad. Prepara a otros para que crezcan. Ha sido guía y referente”, aseguró. La describió también como una docente “segura, solvente, graciosa; de respuesta rápida, pero respetuosa. Con un gesto desarma a cualquiera y estallan las risas y al final los aplausos. Elegante y gran comunicadora”.

Ríos destacó también su rol formador de nuevos docentes. “Ha preparado con generosidad la sucesión. Marisa no es solo una gran profesional, es una gran persona. Coherente, empática, exigente y leal”. Señaló, también, que la define perfectamente la frase “Maestra sabia” porque sus enseñanzas son enseñanzas de vida.

Una trayectoria que inspira

La doctora Aguirre ha desarrollado investigaciones sobre conciliación trabajo-familia, ética en la información, entre otros temas. Ha trabajado como gerente de Desarrollo Humano en Vallue Advisory y dirigido el centro Efys (Educación, Familia y Sociedad). Obtuvo su doctorado en Comunicación Pública por la Universidad de Navarra y ha ejercido como docente e investigadora durante casi cincuenta años.

El rector, Paul Corcuera, recordó los años en que fue su alumno. “Nos enseñaban no solo con su trabajo, sino en cómo nos trataba y se comportaba. Eso ha sido el mayor aprendizaje”, dijo.

“He sido feliz aquí”

La ceremonia incluyó la proyección de un video sobre momentos claves, del paso de Marisa por la UDEP. Conmovida, agradeció a quienes la han acompañado en su camino universitario: “He sido feliz aquí. Esta universidad me ha dado mucho más de lo que yo he podido aportar. Aquí he crecido como profesional, como persona y como docente. Y, sobre todo, he conocido a personas que han sido y son fundamentales en mi vida”.

“Siempre se nos ha recordado que educar no es solo transmitir conocimientos, sino formar personas íntegras y con sentido de misión. Ojalá que haya sabido sembrar en la gente ese afán por saber más y por ser mejor”, expresó.

Recordando al doctor Jose María Desantes, quien, dijo, fue realmente un maestro para ella y dio grandes lecciones sobre cómo serlo en su verdadera dimensión, comentó: “Creo que de esa relación intelectual fue creciendo en mí esa clara vocación: enseñar, formar, dejar huella en los alumnos; estar abierta a todos. No tuve nunca la petulancia de llamarme ‘maestra’; pero hoy, al ver en retrospectiva el paso de los años, tengo la secreta ilusión de haber sido eso: alguien que estuvo cerca para todos y que fue sembrando valiosas inquietudes en los demás”.

El acto concluyó con un brindis de agasajo. Sus colegas y exalumnos la felicitaron y expresaron su gratitud. La ocasión fue propicia para compartir con ella recuerdos y anécdotas de estos años de fructífero recorrido.