El Consultorio Jurídico, una oportunidad para encontrar justicia
Desde Piura, el Consultorio Jurídico de la Universidad de Piura brinda orientación legal a personas que no pueden pagar un abogado. Más que una práctica universitaria, se ha convertido en una vía de acceso a derechos fundamentales. Por Manuel Camacho Navarro.

Juliana Álvarez es madre de dos niñas. Desde hace unos meses, recibe asesoría legal en el consultorio, en un proceso de omisión a la asistencia familiar. Antes, llevaban su caso abogados de oficio del Poder Judicial, pero “debido a la complejidad de estos procesos”, le recomendaron buscar otro tipo de apoyo.
“Me sugirieron acudir al consultorio, con el abogado Erwinn Namuche. Este apoyo, que ha sido muy eficiente, ha encaminado, de muy buena forma, el proceso judicial hasta el día de hoy”, asegura Álvarez, administradora y actual profesional en ventas.
Al igual que Juliana, muchas personas, en su mayoría madres de familia, se enteran de este servicio por recomendación directa o por las redes sociales. Por ejemplo, Cinthya Bonilla, una contadora independiente, que lleva dos casos judiciales: uno por liquidaciones pendientes y otro de reducción de alimentos, cuenta que se enteró de los servicios del consultorio a través de una publicidad en Facebook. Después de una “sencilla búsqueda en Google”, consiguió la información de contacto. “Buscaba un consultorio gratuito, por temas económicos, para poder seguir con el proceso en busca de justicia para mi menor hija”, señala Cinthya.

Bonilla y Álvarez coinciden en la dificultad que se manifiesta cuando los plazos se extienden excesivamente y el derecho a la justicia se pierde con el tiempo. “Al velar por los derechos del niño, esto debe cambiar, para que una madre no pase por situaciones como las siguientes: ‘ir al juzgado, que no te provean los expedientes; tener que esperar tres, cuatro meses o más, y seguir preguntando por tu expediente’. En realidad, es un trámite demasiado engorroso, pero con la ayuda de los abogados gratuitos podemos obtener justicia para los menores”, asegura Bonilla.

Formación jurídica e impacto social
Para Fernanda Chunga, estudiante de Derecho de la UDEP, participar en el consultorio ha sido una experiencia transformadora. Sentados en una banca, en el edificio de la Facultad de Derecho, narra su experiencia semestral en el consultorio. Cuenta, sin ocultar su emoción, el valor de la labor desempeñada en el semestre: “Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Este acercamiento a la realidad social me permitió comprender la importancia del rol del abogado en la sociedad”.
Ella participó en el estudio de casos, y el análisis de doctrina y jurisprudencia nacional. Sobre esta aproximación al mundo laboral, asegura: “Mi compromiso con el ejercicio íntegro de la carrera se vio reforzado”.
La práctica no solo refuerza los conocimientos de los estudiantes, sino que les ayuda a cambiar su perspectiva sobre el valor del servicio. “Me ha hecho ser mucho más consciente de mi realidad. Comprendo las diferentes situaciones que puede pasar una persona y el apoyo que necesita para enfrentarlas”, afirma.

El acceso como derecho universal
Erwinn Namuche, abogado encargado del Consultorio Jurídico desde el 2021, nos habla de los distintos casos que tiene a cargo en su despacho; y, recuerda que, al final de cada uno, la misión de servir se ve reforzada. “Cada caso es también una historia”, anota.
“Brindamos asesoría y orientación legal a favor de los derechos fundamentales. Sin embargo, bajo determinadas circunstancias —como la causa, la finalidad y el compromiso—, procedemos a llevar al litigio y obtener una sentencia favorable”, apunta.
Para Erwinn, garantizar el acceso a la justicia es clave en una sociedad: “Es importante porque, cuando se logra una sentencia a favor de las personas vulnerables, aportamos a la construcción de un estado constitucional de Derecho. Esto nos permite ser una mejor sociedad”.
Juliana Álvarez lo confirma desde su experiencia personal. Una experiencia que se cuenta en sus ojos, así como en los de muchas otras personas que ruegan por algo tan simple y universal: acceso a la justicia.
“Cuento con un apoyo como si fuese un estudio particular. El abogado me ayuda con el llenado, la comunicación, las visitas, los documentos, inclusive las audiencias públicas que voy a tener. Es una asesoría eficaz, de mucha confianza, profesionalismo y ética”, asegura.

31 años de servicio
Desde 1994, el Consultorio Jurídico funciona como oficina legal en la Parroquia San Pedro y San Pablo, ubicada en el asentamiento “Los Algarrobos” (Piura).
En estos años, ha brindado asesoría legal a más de 20 000 personas en situación de vulnerabilidad, en su mayoría mujeres, niños y ancianos.
El responsable del centro es siempre un egresado de la facultad; lo asiste uno o más estudiantes de esta.



