¡Vaya usted con Dios!
En esta sección, rendimos un cálido homenaje a nuestros compañeros y profesores visitantes que partieron a la casa del Padre este semestre (2025-I). Su legado permanecerá en nuestra memoria.

Arturo Martínez Ramírez (Ingeniería)
Arturo partió a la casa del padre el 2 de febrero. Fue un maestro excepcional, muy querido y admirado por los estudiantes, amigos y colegas de la Facultad de Ingeniería donde trabajó desde 1992.
Su compromiso con la formación académica y el aprendizaje de sus alumnos lo convirtió en un referente profesional. Jorge Reyes, su compañero y amigo, lo recuerda como “un excelente ingeniero estructural”, ampliamente reconocido en Piura.
Además, fue uno de los promotores del tradicional Concurso de Puentes de la UDEP; y, en lo personal, un ejemplar esposo, padre y amigo.
La comunidad universitaria siempre lo recordará. ¡Descansa en paz, Arturo!

Blanca Castilla de Cortázar (ICF)
El 11 de marzo, a los 73 años, falleció Blanca Castilla, destacada filósofa y profesora visitante de la Maestría en Matrimonio y Familia del Instituto de Ciencia para la Familia (ICF).
La doctora Cortázar dedicó su vida a la investigación y a la enseñanza de la identidad femenina y masculina, desde una perspectiva de la Antropología Trascendental. Su labor se ha extendido a universidades de España y América Latina.
Su legado académico lo constituyen, además de la docencia impartida, más de 90 artículos especializados y más de 50 libros; entre ellos “Mujer, ¿quién eres?”, de cuatro volúmenes, publicado por el ICF.

Catalina Lapel Salcedo (Facultad de Humanidades)
El 31 de mayo falleció Catalina, profesora de la UDEP del 2003 al 2023. “Formó parte del cuerpo docente del Departamento de Filosofía. Desde allí, dictó sucesiva o simultáneamente gran parte de las asignaturas troncales del plan humanístico común a toda la universidad. Con su magisterio, contribuyó a fijar un ADN plenamente universitario en la entraña intelectual de los que han tenido la fortuna de ser sus alumnos. No se quedó en la mera teoría o transmisión abstracta, sino que, en tantas ocasiones, organizó con acciones de voluntariado, en diversas dimensiones”, expresa la doctora Espiña.
Su partida deja, entre colegas y exalumnos, un ejemplo de integridad en el trabajo, compañerismo y capacidad de escucha, de una persona que encarnaba muy bien el espíritu de la Universidad de Piura.


